La mañana llega, salgo de la habitación en busca del paso a seguir.
El lugar en el que nos encontramos es bueno. Desprende seguridad y elegancia. Pero esta más que claro que no podemos quedarnos mucho tiempo.
La mansión anterior era igual de segura y casi no salimos vivos, así que, quedarnos no es recomendable. Camino rumbo a la sala de estar. En ella se encuentra Caramelo, la mujer que dice ser mi madre y mi supuesto hermano.
No hay rastro de Yohana, sin embargo, dudo que aún esté durmiendo. Ella es de las personas que se levantan antes de que salga el sol, por lo que su ausencia solo me dice una cosa: está organizando el paso a seguir.
— Buen día — saluda Caramelo al verme.
— Buenos días — saludo a los presentes — ¿Y Yohana?
— No sé, quizás aún siga durmiendo.
— Si fuera otra pers
