Narrado en tercera persona
Todos estaban sentados y en silencio, a la espera de que aquello que había dicho el príncipe fuera mentira.
Pero era poco probable que lo fuera.
Charles podría mentir o decir la verdad. Ninguna de ellas mostraba diferencia alguna. Ya que no le creerían, a juzgar por sus antecedentes que poco conocían pero desconfiaban.
Sin embargo, con el príncipe no podían hacer la misma conjetura.
— ¿Es cierto? —pregunta Paulina al príncipe, rompiendo el silencio.
— Es cierto. Charles no fue quien te dañó aquella noche. En realidad fue tu primo quien intentó dañarte mediante Charles.
— No entiendo — respondió Paulina confundida ante tantos primos de los que desconocía su procedencia.
— Es normal que no comprendas, pero eso cambiará dentro de poco.
Paulina asiente a la
