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─Se ha perdido una princesa, se presume puede estar por allí, ya que no conoce el lugar. ─dice con discreción y se adelanta a otros carruajes. ─¡¡Bastian!! ─lo vuelve a golpear su hermana de nuevo. ─¿qué sucede contigo hoy?, todo el tiempo estas distraído. ─Nada, es solo que me duele la cabeza. ─miente tratando de escuchar más, pero el carruaje emprende marcha sin detenerse hasta llegar al castillo Contrario a esto el rey de Lancasther está furioso, ofuscado, frustrado al no saber del paradero de la única salida considerable a su antiguo acuerdo. ─Ya quiero irme, mi hora de sueño no se puede retrasar más ─reniega Violeta a su padre. ─Yo necesito quitarme este ridículo vestido de una vez por todas. ─Ana pateando una piedra. ─¿Que esperamos padre?, vámonos ya. ─Se comportan como unos