VEINTIDÓS
Arthur salió de su villa y se paró junto a la piscina. Suspirando de satisfacción, contempló las amplias colinas, vislumbrando el distante y azul Mediterráneo asomándose por los huecos. Esto estaba muy lejos de Wem en Shropshire, donde, de niño, había comenzado a incursionar en prácticas ligeramente dudosas. Un experto en robos en tiendas, pronto se diversificó en el robo con allanamiento de morada e hizo su trato más importante cuando en un robo en particular resultó con el descubrimiento de una gran colección de sellos. El lote le había traído casi mil libras, una pequeña fortuna para un chico de quince años en mil novecientos sesenta y cinco. Si alguien le hubiera dicho entonces que más de medio siglo después, estaría tomando el sol en Marbella, viviendo en un pueblo de lujo
