Tras las festividades por el nacimiento del Señor, el Año Nuevo trajo confusión y peligro. En primer lugar, el archidiácono Wulfred llegó a la sala del thegn portando una carta de Alcuino desde la corte franca. Su agitación le impidió dar una explicación coherente de sus preocupaciones, pero al día siguiente, el Thegn Sibert convocó a otros nobles de la zona a una reunión del consejo con el prelado. Deormund y sus camaradas más cercanos estaban presentes en su papel de guardaespaldas del thegn. Sibert inició la consulta con una breve introducción: "Mis señores, amigos, bienvenidos. Estamos aquí reunidos en nombre del Señor y de nuestro rey, Coenwulf, para escuchar las palabras del archidiácono Wulfred, que trae noticias de ultramar. Debemos escucharlo y tomar las medidas que sean necesar