La reunión con el archidiácono Wulfred dejó a Deormund tantas preguntas sin respuesta como respuestas. Mientras cabalgaban hacia el norte, en dirección a Faversham, intentó comprender lo que había oído, pero con Thegn Sibert sumido en una profunda conversación con Wardric, no tenía a nadie a quien consultar. Por razones desconocidas para él, el Arzobispo de Canterbury estaba en el exilio y el archidiácono, Wulfred, de alguna manera lo sustituía. Gran parte del discurso del archidiácono tenía sentido para él, pero en su isla de Sceapig, pocas noticias llegaban a sus oídos sobre la política de la época. Sin embargo, antes de lo esperado, llegarían las respuestas. Su grupo constaba de doce jinetes, para los que el viaje de algo menos de cuatro leguas, atravesando el bosque de Blean, podía re