CAPÍTULO 5
MILANIA
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Hoy era un día verdaderamente difícil para mí ya que el director del hospital me ha pedido asistir a un evento sobre quiropráctica, aunque no me negué sentí agotamiento social horas antes de hacer acto de presencia en aquel lujoso hotel donde se llevaría a cabo la celebración. Mis hermanas me ayudaron arreglarme con la ropa que suele hacerme sentir incómoda en todos los sentidos mientras las personas insisten en decir que me veo hermosa luciendo; prendas ajustadas, encajes, botones que suelen incomodarme viviendo niveles de alto grado sensorial, debería estar acostumbrada ya que últimamente era lo que más usaba la comodidad es sumamente importante para mí, sinceramente era más fácil usar un vestuario incómodo que lidiar con el tema social, para nadie es un secreto que aunque tengo amigos y una familia maravillosa me sigue costando interactuar socialmente.
En estos eventos era donde solía usar MASKING, se trata de ponerme una máscara para encajar. La cotidianidad establece que para encajar socialmente es necesario cumplir una serie de parámetros considerados “normales”.
Vivir en sociedad es de gran ventaja para los humanos, la interacción con los demás es fundamental para mantener nuestra salud mental y psicológica. Sin embargo para ser aceptados por un grupo, nos vemos obligados a entrar en el estrecho molde de la “normalidad”, ¿alguna vez has sentido que debías ponerte una máscara, fingir ser quien no eres para adaptarte a una situación social?, a mí me ha tocado vivirlo infinidades de veces lo que me resulta extenuante porque muchas veces tratando de ser otra persona olvidas quien eres tú realmente, por esa razón deje de fingir ser una mujer dentro de los parámetros “normales” vivir siendo esa Milania que amo y acepto, pero cuando se trata de trabajo no solo pienso en mi si no en la confianza que el director del hospital deposito en mi aun cuando sabe de mi condición.
Entre aquel evento evadiendo conversaciones de más de diez minutos con los colegas neurotípicos, camuflajeandome entre los grupos con una sonrisa hipócrita por muchas veces no entender de qué se trataban sus temas de conversación, siguiendo carcajadas imitadas para no desencajar, pero aún existen esos neurotípicos ignorantes, sin ofender que desconocen la timidez y el silencio de las personas dentro del espectro autista, se siguen escuchando el murmullo de que "rara" es esa mujer. Como me sucedió esta noche con un hombre que se empeñaba en seguirme a cada grupo donde intentaba yo disimular mi falta de sociabilidad, una de esas personas odiosas que intentan encajar pisoteando a los demás tratando de parecer “directo o gracioso” llamándome directamente rara por no responder a sus preguntas.
Por esa razón siempre intento socializar con personas que vean en lo diferente una cualidad no una dificultad.
Después del incómodo momento donde aquel hombre me llamo rara en público que no me molesta en lo absoluto porque soy así y me gusta ser distinta, especial o rara como lo llaman aquellos que desconocen mi forma de ser o actuar decidí abandonar el evento, primero fui al baño para luego retirarme del hotel, para mi sorpresa aquel desagradable personaje estaba al final de las largas escaleras, baje ignorándolo por completo pero al parecer la persona que esperaba era precisamente a mí.
—¿Te retiras tan rápido del evento? —pregunto mientras se colocaba a mi lado —. Quería disculparme por el comentario que hice arriba, sinceramente fui un imbécil. No me gustaría que abandonaras el sitio por culpa de mi imprudencia.
—No me retiro por su comentario, aunque debería ser menos idiota cuando este frente a personas que son evidentemente distintas —caminando con rapidez evitando mirarlo.
—Bueno me sentí atacado porque quise durante toda la noche entablar una conversación con usted y se me negó por todos los medios a responder con amabilidad y cordialidad.
—Entonces cuando las personas no actúan como normalmente lo hacen frente a sus ocultos encantos ¿se comporta como un patán?
Él se reía caminando rápidamente a mi lado.
—Siento mucho haber sido un desagradable personaje esta noche Mila.
Me detuve intentando recordar en qué momento mi nombre había salido de mis labios aquella noche.
—¿Por qué conozco tu nombre?, te preguntaras —abriendo la puerta de vidrio hacia la calle —. No solo soy un fantasma en los eventos como el de esta noche, trabajo en el mismo hospital que tú. Mucho gusto Lucca —estirando su mano.
Salí de aquel lugar directo al Uber que esperaba por mi dejando la mano de aquel extraño que me conocía de forma sorpresiva de mi lugar de trabajo estirada, era normal para mi hacer este tipo de cosas, pero quizás él le agregaría a mi falta de sociabilidad una etiqueta mas esta noche la de mal educada cuando en realidad es que no sabía exactamente cómo actuar frente a situaciones que me hicieran sentir vulnerable como era el contacto con los demás.
Llegué a casa con evidente dolor de cabeza desde la entrada podía escucharse una acalorada discusión en la que mi madre insultaba a una persona, además las voces a fondo de mis hermanas. Al entrar me encontré con la figura de mi padre quien corrió a mis brazos a darme un caluroso abrazo.
—Estas más hermosa que la última vez que te vi, adorada princesa.
—Me da tanto gusto verte papá, no sabes las tantas cosas que debo contarte.
Mientras efusivamente hablaba de manera apresurada y emocionada con mi padre me percate de la presencia de una extraña en nuestra casa quien se acercó con gran velocidad a mí en busca de un abrazo que no estaba dispuesta a recibir aunque antes fue sostenida por mi padre quien conocía mi sensibilidad y apatía hacia los gestos de cariño a desconocidos.
—Acaso no le contaste a tu “amiguita” sobre las dificultades de nuestra hija —reclamo mamá bastante molesta.
—Hija, ella es cristal. Mi prometida —comento papá.
—Papá se va a casar Mila —dijo Eva conociendo que yo no había entendido del todo lo que mi padre acababa de decirme.
—Tenia tantas ganas de conocerte Mila, tu padre no hace otra cosa que hablar de ti.
Hice paso entre todos para ir directo a mi habitación, había tenido suficiente esta noche como para agregarle un problema familiar, mis hermanas evidentemente no estaban de acuerdo, con la novia que mi padre había traído a casa ¿se iba a casar? Era raro porque hablaba diariamente con él y nunca nombró aquella mujer en nuestras largas charlas, además la rareza con la que mi madre actuaba antes la noticia tampoco era normal parecía estar molesta de que nuestro padre rehiciera su vida con otra.
Sobre mi cama encontré a Kira intentando abrir una bolsa que reposaba en mi almohada, la cargue dándole par de besos dejándola en el piso, me senté en la cama con aquella bolsa roja en manos intentando averiguar quién la había dejado sobre mi cama, quizás es un regalo de mi padre, saque el objeto pesado que se ocultada dentro encontrándome con un telescopio moderno de mano, mi emoción fue evidente uno de mis hobbies era ver el sistema solar.
—Sabía que era un buen regalo, al menos te sacaría una sonrisa.
—¿Bastián que haces en mi closet? —pregunte mientras Kira correteaba tras él.
—Ella me ama, que hermosa te ves esta noche ¿estabas con mi hermano?
Negué con la cabeza.
—Asistí a un evento del trabajo, odio ir a lugares como esos, aun no respondes mi pregunta.
—Vine a darte tu regalo ¿todo está bien en casa?
—No lo creo. Papá se va a casar, al parecer nadie está feliz con la noticia.
— ¿Tu como estas con la noticia?
—No lo sé, todos en la familia tienen derecho a ser felices, en realidad no he procesado la noticia pero no deberíamos actuar como si él estuviera cometiendo un delito por intentar tener un poco de alegría en su vida.
—Bueno, no todos pensamos igual, quizás tu madre siente celos y tus hermanas confusión por no saberlo antes.
—¿Celos? Llevan muchos años divorciados.
—La distancia y el tiempo son circunstancias que ponen a prueba nuestros sentimientos, es allí donde te das cuenta si es amor o ilusión.
—Que profundo pensamiento, lo dices como si lo hubieras vivido en carne propia.
—Lo digo porque me aleje por mucho tiempo del amor de mi vida pensando que era lo mejor, creía que ella era feliz, dichosa me ocupaba en muchas cosas para no pensarla pero llega ese momento en que te reencuentras con esa persona y tu corazón habla, grita, te das cuenta que sigues amándola como el primer día.
—Wao Bastián, ¿Quién es esa mujer?
—¿Enserio? Me estás haciendo esta pregunta —pregunto sorprendido.
Quizás a Bastián se le olvido que debía ser bastante literal conmigo y hablarme de forma concreta o pensaba que debía dar por entendido que se refería a Bea quien había sido su última novia, considero que soy una chica bastante perdida socialmente lo cual lleva a que me confunda con facilidad ante ciertas conversaciones en las cuales la otra persona da por sentado que yo entiendo y muchas veces finjo para no verme como una idiota cuando en realidad no tengo ni la menor idea sobre lo que intenta darme a entender.
—¿Por qué dejaste que se acabara todo con Bea si sentía todo eso tan bonito?
—Porque no sentía nada por Bea, y no quería lastimar a una persona en busca de olvidar a otra. No se lo merecía.
—¿Entonces?
—Entonces el amor de mi vida es una mujer única, auténtica, e inteligente incluso es tan despistada que hablo de ella y no se entera de nada —sonriendo.
—¡Ahhh! Hablas de mí —comente arrodillándome en la cama muy emocionada por haber descubierto su secreto.
—¡Ohhh! Que sorpresa, Mila descubrió lo que sabe todo el mundo. Pero no te preocupes sé que tengo que respetarte porque eres la esposa de Rodri, mi intención al acercarme a ti no es romántica, simplemente estar a tu lado me hace sentir completo y feliz.
—Me confundes Bastián —empujándolo hasta que cayera al piso.
—Auch, ¿yo que hice? —sobándose su pompa.
La puerta de mi habitación sonó, era papá, Bastián beso mi frente de manera tierna y salió rápidamente de mi habitación por la ventana, le abrí a papá quien esperaba reposado en la pared.
—¿Podemos hablar princesa?
—Déjala descansar —grito mamá alterada.
—Cálmate mujer, pareces una esposa celosa.
—¿Celosa? —repetía entre risas —. No vales tanto.
El entró a mi habitación cerrando la puerta con rapidez, mientras mi madre seguía murmurando insultos.
—Tu madre está loca ¿estás bien?
—¿Eres feliz papá?, ¿esa mujer te hace sentir dichoso?
—Quiero que sepas algo mi amor, nada me hará sentir más feliz que mis tres hijas ni siquiera otra pareja, me hace sentir menos solo eso sí.
—¿Te vas a casar con una persona por soledad?, eso es absurdo papá, los seres humanos nos casamos por amor, si quieres saber si me molesta tu relación la respuesta es No, tienes derecho a ser feliz y vivir nuevas aventuras pero si quieres mi opinión deberías encontrar el amor antes de tomar una decisión tan importante como casarte por compañía.
—Aprendo de ti cada día de mi vida, preciosa hija, evidentemente no supe explicarme. Solo deseaba que entendieras que mi mayor amor en la vida son tus hermanas y tú, cristal me hace sentir bien hacía mucho tiempo que no sentía nada por nadie.
—Pero no es amor papá, las personas enamoradas no dudan.
—Cuando te haces viejo dudas de todo —abrazándome —. Te amo pequeña sabelotodo. Ahora eres experta incluso en temas del amor.
Salimos de la habitación para despedirlo como merecía acompañándolo hasta su auto pero mamá esperaba atenta y en silencio fuera de mi habitación con un balde de agua helada, mis hermanas se reían mientras yo la miraba incrédula por su actitud, papá aun no reaccionaba después de aquel baño incluso con cubos de hielo.
—¿Estás loca mujer? —grito temblando.
Eva trajo una toalla para cubrirlo e intentar darle calor.
—La próxima vez que traigas a esa zorra a mi casa te daré un baño de agua hirviendo —caminando con rapidez y rabia a su habitación.
REFLEXIÓN DEL DÍA:
«Aprende, que si el amor debemos perseguirlo no es real. Sin tienes que correr atrás de él, si debes recordarle tu valor, si tienes que pelear sola por el sentimiento de ambos, si vives dando segundas oportunidades, entonces eso que vives no es amor, no es felicidad, no es plenitud, y sobre todo no es justo ni saludable. Lo único real es que… es una pérdida de tiempo»