Selva adentro en el país limítrofe Gustavo se encuentra despierto, el estado del joven es de mucha debilidad, el dia anterior ya llegaron los emisarios con víveres, han traído más comida que de costumbre, los secuestradores y el secuestrando ya se encontraban al borde por la falta de alimentos. Es la hora del almuerzo, el líder del grupo le dice al joven que el trabajo de ellos está por culminar, le dice:
---Te debemos entregar a otro grupo de gente, en un par de días vendrán, el joven al escucharlo, muy ansioso le pregunta:
--- ¿Cómo así?, ¿Que otra gente?, el hombre le dice:
---Tranquilícese, obviamente no te puedo decir nada, lo más probable es que nosotros nos marchemos y ellos se encarguen de ti en este lugar, no te lo puedo asegurar, lo único seguro es que nosotros si nos marcharemos de este lugar, el joven sigue devastado, nuevamente comienza a sudar frio, la ansiedad se apodera de él, la posibilidad de escapar es casi nula, siempre lo tienen amarrado a alguno lugar de manera segura, al ir a realizar sus necesidades casi siempre lo acompañan dos de los hombres que lo custodian dia y noche.
Ha llegado el dia lunes, Gustavo ha amanecido con más fuerza, realiza ejercicios ante la mirada atenta de dos de los hombres, los otros dos incluyendo al líder observan a la distancia, se oyen ruidos dentro de los matorrales a la distancia, todos activan, colocándose en estado de alerta, los cuatro, presentan sus armas por el imprevisto ruido, de pronto aparece un contingente de hombres armados hasta los dientes, los lideres se reconocen, se saludan, el hombre que hasta ahora ha tenido la responsabilidad de liderar la custodia de Gustavo, le da la orden a dos de sus hombres para que lo devuelvan al cuartucho donde lo tienen encerrado la mayor parte del dia.
Los delincuentes se reúnen todos a las afueras de lo que parece una casa, Gustavo con dificultad trata de observar desde dentro a los recién llegados, en el grupo que recién llegó al lugar se distingue un hombre que viste diferente a los demás, Gustavo que desde donde se encuentra no tiene muy buena visión, se esfuerza para lograr observar más detalladamente al hombre ya que a lo lejos su fisonomía le parece conocida, el joven ya mejor ubicado observa al grupo de cuatro hombres conversando, los demás se encuentran sentados debajo de la copa de un gran árbol. El hombre con vestimenta diferente le entrega lo que parece un maletín al líder que hasta ese momento estaba a cargo de Gustavo, el hombre se despide de los demás y se marcha junto a sus tres subordinados, rápidamente Gustavo los ve desaparecer dentro de los matorrales por donde ingresaron sus nuevos custodios con aquel hombre que le ha llamado la atención al joven. Gustavo logra contabilizar hasta ocho hombres aparte del diferente, al hombre acercarse algo más al lugar desde donde Gustavo los observa, el joven queda sorprendido al distinguir a aquel individuo, resulta que esa persona es un empleado del consorcio Maderafina, él es un maquinista de los encargados de manipular la madera y montarla en los camiones de carga dentro de la explotación, el joven en ese momento no recuerda sui apellido, lo que si es cierto es que de esa manera se demuestra que hay una complicidad entre algún personal del consorcio y funcionarios del ministerio Ambiental de Santa Cruz en el robo a la nación, además está más que claro que su secuestro ha sido planificado por alguien con mucho poder, o del consorcio o del ministerio Ambiental, o de ambos inclusive reflexiona el sorprendido joven secuestrado. Gustavo observa como el hombre que labora en el consorcio se retira del lugar dando un fuerte apretón de manos al que parece el líder del nuevo grupo que lo tendrá en custodia de ahora en adelante. El joven no se explica porque razón el grupo que lo tuvo hasta ese momento cautivo se fue para darle paso a otro, que a simple vista se ve más organizado, las armas que Gustavo logró observar desde la pequeña ventana son mucho más modernas que la de sus antiguos captores, además los uniformes y la actitud de los hombres es muy diferente también. El joven secuestrado no sabe que pensar, no sabe si es mejor o es peor para él está ahora en manos de otra gente.
Es la hora de la cena, Gustavo queda deslumbrado con el menú que le han dado, nos es un menú a la carta ni nada que se parezca pero es lo mejor que le han servido en su cautiverio, el menú consta de una rica pasta corta con salsa de carne, tajadas, ensalada de pollo y un gran refresco gaseoso bien frio, sus nuevos captores han traído grandes cavas con hilo seco para poder conservar los alimentos por varios días además de tener agua y bebidas frías ya que el calor es inclemente al igual que en Sana Cruz.
Llegó el nuevo dia, ya es lunes, el líder del grupo que no se había presentado ante Gustavo, ingresa al lugar donde se encuentra el joven diciéndole:
---Ingeniero Clavijo, de ahora en adelante yo estaré a cargo de su custodia, hasta tanto paguen el rescate que se va a solicitar por usted en el transcurso de esa semana, usted no se preocupe, si usted colabora comportándose como hasta ahora lo ha hecho, no tendremos problemas ni su vida estará en riesgo, esperaremos que paguen el rescate por usted y asunto concluido, lo liberamos y todo el mundo feliz culmina el hombre diciéndole al joven, este le dice:
¿Rescate? ¿De cuál rescate me habla, amigo?, ni yo, ni mi familia tenemos dinero para pagar algún rescate, somos personas normales, vivimos bien, pero no tenemos para pagar altas cantidades de dinero para pagar algún rescate, el hombre le dice:
---Usted no se preocupe por eso Ingeniero Clavijo, habrá alguien que pagará con todo gusto el dinero que se solicitará por su liberación, eso téngalo usted por seguro Ingeniero, termino diciéndole el hombre al joven, Gustavo se ha dado cuenta que este hombre a diferencia del líder anterior tiene más educación y cultura, además su aspecto, si no fuera por sus prendas color militar es la de un hombre común y corriente.
Resulta que el maquinista que Gustavo logró divisar desde la ventanilla de su lugar de cautiverio conversando con los líderes irregulares, es de apellido Alfaro, Gustavo ha recordado su apellido después de pensar y pensar, el joven recuerda que en sus labores en el campo logro conversar algunas veces con el hombre, en ese momento no le dio ninguna impresión de ser un mal hombre, el verlo el dia anterior mezclado entre el grupo de delincuentes le hace ver que no es así, el hombre evidentemente es parte del grupo mafioso que roban madera al estado, probablemente de un estrato inferior, seguramente recibe ordenes de los peces gordos involucrados. Gustavo ya está claro que el grupo mafioso es de parte y parte, es decir personas del consorcio Maderafina y personas del ministerio Ambiental, no tiene idea de quienes serán los cabecillas por parte del consorcio, nadie se le viene a la cabeza, piensa que el Ingeniero Herrera pudiera ser parte de ese grupo, al joven le cuesta creerlo ya que es un hombre mayor y con mucha reputación en el medio, pero sabe que él es el jefe de campo del consorcio, todo lo que pasa en el sector Centella como en el sector Uveri es de su conocimiento, lo que le extraña a Gustavo es que las irregularidades se dan solo en Uveri. El joven se encuentra muy pensativo respecto a lo que le dijo el hombre sobre pedir un rescate por su liberación, no se imagina que entramado podrá haber para que eso ocurra, ya que le llamó mucho la atención la actitud del hombre al decírselo, el mismo se mostró muy seguro de que alguien pagará el recate por su liberación, Gustavo en sus pensamientos pide a Dios que sea quien sea que pague su rescate que lo haga pronto ya que no sabe cuánto tiempo podrá soportar esa situación tan difícil para cualquier persona, estar privado de su libertad, no poder compartir con sus seres queridos, ni hacer lo que más le gusta ir al trabajo y disfrutar completamente de las cosas bonitas que nos brinda la vida, piensa en la incertidumbre que debe estar viviendo su familia, padres, abuelos, hermanos y además sus amigos.