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Por la mañana, el equipo se prepara y se dirige hacia la manada Aguamarina. El equipo está tan acostumbrado a vivir en hoteles y de mochila en mochila que lo toman todo con calma. No hay nervios adicionales mientras conducen, Lani logra animar el ambiente con una cantidad imparable de bocadillos que compró temprano y un paseo en coche lleno de su canto desafinado y chistes terribles. Leilani siempre trata de mantener a todos contentos y está esforzándose un poco más para sacar a Connor de su mente. Una aventura de una noche no debería quedarse en su mente como él se ha quedado. El gran coche n***o se detiene frente a la entrada de la casa de la manada y Arlo se pone una gorra de béisbol. Durante la noche decidió que no tiene ningún interés en hablar con estas personas en absoluto. Es so