Punto de vista de Jade
Jason era tan dulce. Me había prometido que nada haría que me dejara. La vida era bastante perfecta, excepto por ese sueño. Solo recordarlo me hizo temblar en sus brazos. Quiero decir, obviamente, no tenía frío. Este era Jason de quien estábamos hablando.
Y por supuesto, se dio cuenta. Sus brazos se apretaron un poco a mi alrededor.
—¿Estás bien?— susurró en mi cabello.
Asentí en su cuello. La piel allí era agradable, cálida y suave. También olía bien, como su forma de lobo. Olía a hojas de otoño y a leña quemándose en las montañas, agradable y ahumado.
Jas había tirado de las mantas a mi alrededor cuando subió aquí conmigo, pero yo no estaba dispuesta a estar tan separada de él. Papá tenía razón; mis sentimientos estaban cambiando, y ese sueño me hizo querer
