Al día siguiente Atenas Amira Fue bastante caótico lograr arribar al hotel ante todo el despliegue de seguridad por nuestra llegada a la ciudad, donde apenas pusimos un pie fuera de la limosina, de nuevo nuestros guardaespaldas tuvieron que hacer un cordón humano para impedir el asedio de la prensa, que insistían en conocer detalles de la vida íntima de Zhamir, además también para prevenir algún atentado contra nosotros dados los antecedentes que existen. Para mi sorpresa cómo medida de seguridad el piso donde nos hospedamos solo estamos nosotros y nuestros guardaespaldas, no compartimos el piso con ninguno otro huésped del hotel, además que Zhamir me indico que ha tomado todas las medidas para con