Un rato después el mismo día Dubái Lanci Haber despertado en la cama de mi princesa abrazada a mi pecho fue un sueño hecho realidad, cada día me convenzo más que es la mujer de mis sueños, la amo con mi vida, ella tiene atado mi corazón al suyo. Sin saberlo ella ha vivido en mis sueños y no me voy a dar por vencido, tengo que encontrar la salida a este dilema, no quiero escoger entre el amor de Amira y la felicidad de mi hermana, pero cada día es imposible tener esperanzas, tal vez mis padres puedan convencer a Emma intento ser optimista. Por ahora me termino de escabullir por los pasillos del castillo hasta que me detiene la voz de mi madre. –Hola hijo ¿Cómo estás? –me pregunta mientras la saludo con un beso en la mejilla. – Hola mamá, estoy bien ¿Recién llegaste? ¿Y papá dónde es