Capítulo 1.
Estaba junto a mi hermano dirigiéndome a la gran universidad estrella de Arpes. En realidad, el verdadero nombre de aquella universidad era "Cimell Cnara", mejor abreviada como "C.C.", pero al ser tan difícil de pronunciar le apodaron como la "universidad estrella" al hacerse el rumor de que la mayoría de los alumnos eran famosos o hijos de estos; aunque obviamente seguían existiendo las personas que se negaban a llamarla de esta forma y seguían diciéndole "C.C."
—Melody, ya para de saltar —dijo mi hermano con una mueca de aburrimiento.
Mi hermano era muy especial para mí, siempre me había cuidado cuando mis papás no estuvieron presentes, y es que mi papá había muerto por un accidente de auto, por lo que mi mamá me acusaba de su muerte constantemente con la excusa de que yo estaba gritando en el camino y eso lo hizo distraer. Volviendo a mi hermano, él siempre intentó que yo no me sintiera culpable con respecto a eso, además de que siempre trataba de ser alegre y positivo conmigo aunque no estuviese triste; siempre lograba sacarme una sonrisa. Su personalidad, de todas formas, tenía sus partes malas; siempre intentaba huir de sus problemas y nunca los afrontaba, y una forma de hacer aquello era acostándose con todas las chicas que se acercaban a él. Yo no podía hacer nada con respecto a eso, él era mi hermano, no mi hijo, y por lo tanto yo no era nadie para decirle que hacer, podría aconsejarlo pero no me escucharía. De todas formas, no podía culparlo, él ya había pasado por muchos problemas como, por ejemplo, dejar a mi mamá por mi bien o tener que ocuparse de mi como de él; solo tenía 18 años y no podía ocuparse de la vida de ambos sin ayuda de nadie.
Él medía aproximadamente 1.90 cm, era demasiado flaco al punto que se podía asimilar con un palo -de todas formas eso no le quitaba que tenga algunos pequeños músculos- el cabello era castaño claro con reflejos todavía más claros, su cara era un poco delgada, acompañada de unos ojos marrones con pestañas claras, labios finos, orejas cortas y finalmente una nariz pequeña y algo levantada.
—Melody —repitió nuevamente y yo lo mire molesta, odiaba que me ordenara cosas y más sabiendo que no las iba a acatar.
—No voy a parar de saltar —empecé a saltar más alto mirándolo con una sonrisa divertida haciendo que él se acerque a mí y me sostenga de los hombros impidiendo moverme. Luego de un rato me empujó para que caminara y yo no salté nuevamente ya que noté que me encontraba agotada.
—No es la gran cosa —dijo restándole importancia, caminó más rápido y yo tuve que acelerar el paso para estar a su par.
—¿Qué? —hice una mueca de confusión, no entendía a qué se refería, aunque estaba acostumbrada; él solía hablarme de cosas sin sentido.
—La universidad, no es la gran cosa —hizo énfasis en la primer parte como si fuese obvio. No le presté atención y asentí porque seguramente para él era normal la estructura y las personas de esta ya que todos los días tenía que asistir.
Él ya había concursado un año en esta universidad, pero a mí en la anterior me había ido mal, por lo que tuve que ir a la misma de mi hermano. No me agradaba mucho el hecho de tener que soportar a mi hermano más tiempo del que ya lo aguantaba, pero siempre estaban las ventajas y desventajas, y esta era una de esas veces en que las ventajas ganaban.
Poco rato después Tyler me tocó el hombro y yo lo mire para que diga lo que sea que tuviera para decir, él me miró sonriendo y con la mano derecha señaló hacia la izquierda. Yo di vuelta la cara y pude observar la universidad estrella.
Adelante mío se encontraba un cartel que decía: "Universidad Cimell Cnara - 300 m", levanté mi vista y la pude divisar allí, en el medio de 6 edificios de 3 pisos; esas deberían ser las residencias. Un poco más lejos había una estructura de un solo piso pero muy largo, al ver el símbolo de clínica me di cuenta que era el centro de emergencias. Más atrás habían 3 canchas; una de fútbol, otra de vóley, y la otra no sabía de qué era, pero todas poseían bancos al rededor para los espectadores.
—¿Vas a seguir observando o ya podemos ingresar? —preguntó Tyler impaciente, y para ser sincera, yo también lo estaba, quería ver cómo era todo por dentro. Asentí con la cabeza unas 3 veces y empecé a caminar con Tyler siguiéndome detrás.
Al llegar a la puerta noté que esta era de vidrio, así que me asome y la observé antes de entrar. Tyler no se dio cuenta de que tenía la cara pegada al vidrio, o quizás si, pero poco le interesó y la abrió haciendo que yo me dé un golpe en la frente.
—¡Tyler! —me quejé acariciándome el lugar golpeado, luego lo empujé del hombro de forma suave y finalmente me adentré a la universidad.
—Te lo merecías —se rio a carcajadas y yo lo mire mal.
—¿Dónde están los demás? —le pregunté interesada ya que por ahora no había visto ni una sola persona, por lo que, aunque sea moderno el lugar, parecía que lo habían dejado abandonado.
—Supongo que en sus residencias, o quizás en clase, aunque es muy temprano, así que apuesto por la primera.
—Como sea, tampoco me quiero juntar con más personas —dije mientras observaba el pasillo por el que íbamos; el piso era de madera oscura brillante, en la pared de la izquierda habían muchos casilleros, la mayoría de ellos ocupados, y en la pared de la derecha estaban las puertas para ingresar a las aulas. Luego en el medio se encontraban unas escaleras también de madera y al lado de ella los baños. próximamente, al final del pasillo, observé que había una puerta blanca, pero esta destacaba sobre las demás, no porque era mucho más preciosa o de mejor calidad, sino que estaba demasiado sucia y no encajaba con el ambiente.
—Es el comedor —Tyler se encogió de hombros y avanzó hasta llegar a la puerta, después la abrió con una brazo y me indicó que pase por delante de él con un movimiento de cabeza.
—Pero que caballero —dije sarcásticamente mientras pasaba por delante, lo seguí mirando con una sonrisa divertida hasta que vi confusión en su cara, así que voltee y vi como muchos chicos, los cuales estaban sentados en sus respectivas mesas, se encontraban mirándonos. En otra ocasión quizás me gustaría llamar la atención, pero en ese momento me sentí incómoda con tantas miradas encima mío.
—Sígueme —susurró mi hermano cerca de mi oreja y avanzó sin fijarse si le hacía caso o no. Me tarde un poco de salir de trance, pero pude llegar al lado de él con paso apresurado. Frente de nosotros se encontraba una mesa completa de chicos, ninguna chica. Mi hermano me miró de reojo y comprendió por mi expresión que me sentía incomoda allí, pero lo ignoró.
—Tobías, no te quedes mirando y córrete para la derecha —ordenó señalando dos lugares vacíos al lado de este. El tal Tobías frunció el ceño sin comprender mucho, pero finalmente le obedeció sin cambiar su mirada.
—¿Tu novia? —preguntó entre risas un rubio teñido, tenía la piel bronceada, ojos marrones oscuros y labios bien marcados, se podría decir que era muy lindo.
—Cállate Will, es mi hermana —le dijo Tyler sentándose al lado de Tobías, para luego darle palmadas al asiento de su izquierda indicándome que podía sentarme y así lo hice.
Los chicos mientras tanto tenían caras de sorpresa, lo supuse por sus ojos bien abiertos a tal punto que parecían ridículos, o más bien lo eran.
—Tylercito —pronunció una chica por detrás nuestro, ella era rubia con cejas gruesas al igual que sus labios rojos mate, tenía las cejas muy negras por su nivel excesivo de maquillaje y sus ojos eran celestes, mientras que su nariz podría decirse que era normal.
—Clarissa ¿Qué quieres? —dijo mi hermano aburrido; siempre hacía lo mismo con las chicas, las dejaba sufriendo por ahí fingiendo que no había pasado nada entre ellos.
— Decirle a tu amiguita de al lado que solo eres mío—sonrió falsamente la rubia y yo me gire indignada.
—¿Perdón? —el hecho de que yo me haya molestado hizo que la chica se sienta orgullosa de ella misma, pero pronto se le borraría esa sonrisa asquerosa de su rostro—. Tyler es solo mío, y a mi me quiere mucho más que a tí, así que si vienes aquí a suplicarle que te ame es mejor que te largues y vayas a llorar con tus amigas, las cuales dudo que tengas —fue lo primero que se ocurrió decir por mi estado de ánimo, seguramente luego me arrepentiría y encontraría millones de maneras de dejarla con la boca cerrada.
—A mí no me hablas así, soy superior a tí en este lugar, así que te callas o me valoras—se sacudió el pelo haciéndose la linda y yo la mire estresada, no me gustaba que las personas fueran tan egocéntricas como para sentirse mejor que los demás—, además, estás muy equivocada en pensar que Tyler te quiere más a tí, yo soy más especial para él —yo me reí en su cara de manera falsa como ella había hecho conmigo anteriormente, luego miré arqueando una ceja hacia Tyler ¿Cuánto más iba a quedarse callado?
—Clarissa, yo no te quiero y tampoco me importas —dijo mi hermano finalmente, sin embargo hubiese preferido que sus palabras no dolieran tanto, aunque no sean dirigidas a mi—, y ella es una de las personas más importantes que pude conocer en toda mi vida ¿Porqué mejor no te vas? —dijo mirando hacia atrás y luego me miró a mi para buscar mi aprobación, yo solo me límite a asentir.
—Estás fuera de Klash, y si por un instante piensas entrar sin mi permiso vas a lamentarlo mucho —dijo mirándome con enfado y se fue dando pasos fuertes a propósito.
Después de que ella se haya ido todos nos quedamos callados en un silencio incómodo. Yo me levanté de mi lugar y, sin avisarle a Tyler, me fui a secretaría. Obviamente, como no conocía el lugar, me perdí varias veces, pero poco me importaba porque el tiempo me sobraba.
Al llegar finalmente al lugar, toque dos veces la puerta y una chica morocha me atendió con una enorme sonrisa.
—Supongo que eres Melody Johnson, no? —preguntó a lo que yo asentí y me entregó el horario junto con unas llaves, yo fruncí el ceño ya que nunca le dije en que residencia quería instalarme.
—¿Las llaves de que son?
—Habitación 10 de Klash —respondió sonriendo y luego me guiñó un ojo.
—Yo no quiero instalarme en Klash, quiero estar en otra.
—Usted sabe que Klash es la mejor fraternidad para las chicas, verdad?
—No lo sabía, pero si sé que me va a ir mal en Klash, además de que no quiero estar con alguien en especial.
—Bueno, entonces deberá esperar al director, no tengo el permiso de entregarle otra llave que no sea esta, así que si esa es su decisión mejor que se siente porque quizás tarde un poco, voy a avisarle de inmediato —dijo cerrando la puerta detrás suyo haciendo que me quedé sola en la oficina. Me senté como me indicó y saqué mi celular para revisar mis r************* .
Un rato después vino el director y empezó a hablar sobre algunas reglas de la institución. Yo no le presté atención en la mayoría de las cosas ya que me encontraba cansada, me habían hecho esperar una hora aproximadamente, y no es que sea alguien impaciente, pero eran las 8 de la tarde y yo todavía no me había bañado, me sentía sucia. Además, sea lo que sea que me estaba diciendo, seguro que no era de mucha importancia o yo ya lo sabía.
—Entonces, para cerrar esto —dijo mientras sacaba una libreta de un cajón del banco donde estaba sentado, luego la revisó y siguió hablando—, como no quiere instalarse en Klash, deberá ser en Treck, ya que es la única que está desocupada —yo asentí sin problemas y le tendí la mano para agarrar las llaves que me estaba ofreciendo—. Por lo que entiendo no sabe quiénes están instalados en esta —yo negué con la cabeza ya que era cierto—. Bien, algunos de ellos son Tobías, Will —luego se quedó callado unos segundos—. ¡ah! —exclamó—, también está su hermano —en cuento dijo eso me imaginé conviviendo con todos los chicos de la mesa en la que me senté ese día, cerré los ojos fuertemente obligándome a no pensar más en esa tortura, le susurré un gracias al director, le dirigí una sonrisa y luego de haber salido de allí me fui corriendo hacia algún lugar que ni yo misma conocía.