Capítulo Dieciocho
—Quédate aquí —dijo Colt a Robbie mientras subía la cremallera de sus pantalones—. Es casi el amanecer.
Robbie, ahora de pie y abrochándose la camisa, se volvió hacia él y dijo:
—Voy contigo.
—Cariño, no. Por favor, es demasiado peligroso. Créeme, la primera vez que incluso tratas de enfrentarte a la luz del sol, parece como si te estuvieras quemando vivo. —Colt le agarró y le acercó para un beso—. Solo vete a la cama y duerme un poco, y te prometo que estaré de vuelta en el momento que despiertes.
Robbie tenía un mal presentimiento sobre esto, pero no quería discutir con Colt. Sabía que tenía razón sobre el sol, sin embargo. Robbie todavía tenía una tolerancia muy baja para cualquier forma de luz solar. Empezaba a sentirse incómodo en las primeras horas de la madru
