—Hola preciosa, pensé que no bajarías. Dijo ilusionado mientras sonreía. —Pues como ves aquí estoy, cenemos, hace un poco de frío, me siento algo cansada y me gustaría dormir. —Contesto de mala gana. —Te ves hermosa. —No podía dejar de observarla. —Gracias. —Respondió por educación. Cenaron en completo silencio, Leandro la veía de tal manera que Nicole se puso muy nerviosa, no sabía qué era lo que le estaba pasando —¿serían acaso las hormonas del embarazo?. Leandro la había estado esperando por un buen rato, al ver que tardaba, creyó que no bajaría, cuando la vió caminando a la luz de las velas, pensó que era la mujer más bella que sus ojos habían visto, estaba tratando de darle su espacio, de no incomodarla, después de todo un mes era muy poco tiempo para ganarse su confianza