Capítulo 13Al día siguiente Bertran pasó a buscar a Romain a las ocho de la mañana y juntos fueron hasta el negocio de anticuario del Gran Maestre, en realidad distante sólo unas pocas cuadras. Trencavel ya había abierto y estaba revisando la correspondencia del día. -¡Bah! Puras facturas e impuestos.-Exclamó con hastío. Luego condujo a los visitantes a un cuarto detrás del negocio, mientras su hijo se hacía cargo del comercio. -¿Tiene mucha actividad?- Preguntó en forma un tanto comedida Romain. -Afortunadamente bastante. Vienen clientes habituales desde Toulouse y hasta Lyon, y otros de España. El negocio es bastante conocido y figura en todos los catálogos europeos del ramo. -¿Hacen publicidad en la red? -Por supuesto. De eso se encarga mi hija. Bueno, ahora cuéntame con detenimien