Penélope Fue difícil dejar al pequeño bulto envuelto entre las mantas, apenas habían pasado unas horas de su nacimiento, estaba adolorida por el duro parto, creí que moriría mientras lo traía al mundo. Fue producto del único amor verdadero que tuve, del hombre a quien le entregue mi virginidad envuelta en sabanas de ilusión y esperanza, pero su abandono hizo que mi corazón se volviera oscuro mi madre al darse cuenta de mi estado me envió con una tía que me mantuvo oculta durante todo el embarazo, recuerdo perfectamente cada una de las contracciones, la forma en como se constreñía mi cuerpo a cada punzada de dolor. En ese momento siento como se desmorona mi vida, el peso de la soledad, el terror de ver como mis sueños se hacen añicos, todo lo que quise fue huir con él, con Miguel, pero me