— ¿Y no quieres probar? —dije inconscientemente, dejándome envolver por el ambiente.
Ambos fuimos acercándonos, aspirando el aliento del otro, absorbidos en el tiempo y perdidos en lo que nuestros impulsos nos empujaban a hacer.
Abrí mi boca al igual que él, esperando recibir esos besos que se estaban haciendo una costumbre desde nuestro último aniversario de bodas.
*TIII*
Despertamos de un sueño que se rompió al escuchar la bocina del conductor que estaba detrás de nosotros.
— Creo que ya cambió la señal, vayamos antes de que el hombre salga con un bate de béisbol y seamos envueltos en un problema mayor.
— Por esta vez no pienso discutirlo — afirmó Jacob, regresando la mirada al frente y encendiendo el motor.
Tan cerca… solo un movimiento y hubiéramos estado besándonos, y qui
