Bess. Un miedo abrumador invade mi cuerpo ante la idea de ser alejada de él. Cada vez que yo veía en las demás personas lo que era el cariño, la necesidad de alguien, pensaba que era imposible para mí algún día sentir eso. Pero con Aaron he aprendido un mundo nuevo en donde no soy sólo yo, sino también él. Somos nosotros. Es como si a mi solitaria vida por fin hubiera entrado esa persona clave que transformaría el gris a color, y después de ver la luminosidad de cada tono, no quiero volver al lúgubre gris. — ¿Vas a dejar que me lleve? — Pregunto en un susurro mientras me sostengo con fuerza a sus brazos, aferrándome a él. — Bess — traga saliva, mirándome con detenimiento —. No sé cómo... — Voy a volver a ti — le recuerdo con un nudo en la garganta —. Cada vez que me alejen de tu lado,