Una vez que la semana de descanso había terminado fuimos de regreso al pueblo. Sin embargo había mucha tensión entre Liam y yo, nada bueno saldría de todo esto pero claramente yo estaba dispuesta a dar pelea ante cualquier movimiento. Sí sé que era muy infantil seguirle el juego pero yo no era de las que se quedaban sin hacer nada. Recalcaba que mi perfección se iba cuando Liam estaba cerca y por dios que era un fastidioso. Pero en fin. El fin de semana estaba demasiado cansada con todo esto del viaje y las bromas como para prestarle atención a Liam. Mis padres habían salido a hacer la compra junto con Andrew lo que significaba que tendría la casa sola para mí. Un suspiro de satisfacción escapó de mis labios en el momento cuando toqué mi cama, tan cómoda y suave. Estaba a nada de quedarme