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Respiro hondo mientras miro a mi pequeña Samira, es tan tranquila y buena niña que siento culpa por no tener a su madre para que esté con ella. Veo desde dentro a las personas llegar, ya ni llorar ayuda, mi vida acabó desde que firmé aquel papel. Se escucha la tonada y camino hasta la puerta y me detengo . Mi corazón late muy fuerte, cierro mis manos fuertemente de impotencia por lo que permito que me conviertan. Abren la puerta y salgo camino lentamente hacia las escaleras, apenas puedo respirar, siento que me falta más y más el aire, estoy demasiado asustada y nerviosa mientras mi corazón late tan agonizante mis nervios me comen. Se acerca el escolta para ayudarme a bajar, me niego a levantar mi cabeza y ver a todos esos desconocidos, no permito que nadie me toque. No quiero que na