Malo, ascensor malo

1233 Words
Me dijo que amaba los animales, que tiene varios gatos, perros y aves. Que le apasiona los deportes, le gusta viajar, conocer gente y si puede ayudar mucho mejor. Me sentí tan en confianza que pude conversar sobre mi abuela, le conté mi historia y todo lo que había sucedido, honestamente en ese momento sentía que esa era la última platica que tendría en mi vida. Pero al hablar con él me sentía extrañamente bien, cómoda a pesar de estar encerrada en una caja metálica que podría caer en cualquier momento. El dijo que no le temía a nada, me habló de su religión, aunque ahora que lo pienso bien, jamás especificó cuál era. Solo dijo que seguridad su religión lo hacía una mejor persona y lo dijo tan relajado que supongo que es algo bueno. Al parecer no es un magnate millonario como yo pensaba, dijo que había ganado una competencia y el premio de ella era una semana en el Golden y su móvil, es fascinante hablar con él. Sabe mucho y conoce muchos lugares por las competencias en las que asiste. Eso me dio esperanzas, si es más como yo podríamos ser buenos amigos. Todo iba bien, pero al preguntarme por mis padres el asunto fue tenso, no supe responder. Pero el estar quieta, en silencio solo escuchando su respiración y la mía, con su olor impregnando todo, decidí recogerme el cabello para no sé, hacer algo más que solo estar sentada . Levanté mi brazo para recoger mi cabello, ya que algunos mechones han caído y seguro me veo muy informal. Pero apenas muevo un poco mi brazo, pero pesa y duele demasiado, me detengo y bajo discretamente mi brazo para disimular mi dolor pero es en vano. Se acerca Fazza rápidamente y empieza a revisar mi brazo. —seguro se abrió su herida — dice y me mira como esperando mi aprobación y estoy tan embobada con su amabilidad y lo guapo que es, que asiento toda embobada. Levanta la manga de mi blusa y se fija del enorme pañal. ¡mierda! (Olvide que tenía un pañal), la vergüenza que sentí en ese momento rebasó todo límite. Fazza se alarma mucho al ver aquello. —es atrevido de mi parte pero.. creo que debe quitarse esa blusa para poder quitar esto y cambiar por algo limpio — dice y yo me quedo muda . Apenas tengo una casi transparente blusa de tiras bajo la del uniforme y ¿quiere que me la quite aquí para él? —perdón —dice abriendo los ojos como platillos, como cayendo en cuenta de lo que acaba de pedirme —me voy a voltear, se quitará la blusa colocará esto — dice sacando una pañoleta —en mis ojos y colocará mis manos sobre la herida y así podre cambiarla por algo más limpio. —no hace falta, podríamos esperar, seguro abrirán pronto —respondí algo avergonzada. — llevamos aquí más de una hora y esto —señala mi codo —será mejor tratarlo. Absurdamente asentí, no dejo de mirar sus ojos aunque él no me ha mirado fijamente. Los dos nos volteamos me quité la blusa y escucho que hace algo aunque no sé bien qué. Me volteó y veo que también se ha quitado una camiseta que traía puesta. —hágalo ahora — dice aún volteado rompiendo mi concentración absoluta y totalmente en sus marcados hombros y sexis brazos ¿qué rayos me pasa? —¿esta bien? —insiste, sacudo mi cabeza para sacar los pensamientos pecaminosos de ella y cubro sus ojos con aquella pañoleta. Admito que hacer eso sentí un cosquilleo en zonas que no sabía que tuvieran cosquillas. Apenas cubro sus ojos él se voltea y estira sus manos las colocó sobre mi brazo y despacio quita el pañal, pero se dificulta mucho guiarlo con los ojos vendados asi que me entrega la camiseta que se ha quitado. —sabia que algo así pasaría, deberia ponérsela para cubrirse y así quitarme la venda — dice y yo obedezco. Su camiseta huele increíblemente bien. —¡listo! —dije ,cuidadosa y lentamente se quita la venda. Me mira muy extraño, juraría que se sonrojó. Evita mirarme a los ojos, ni siquiera levanta su mirada más allá de mi codo. Cubre mi codo con algo que parece ser un vendaje ¿quién rayos anda por ahí con un vendaje? Apenas termina de colocarme lo escuchamos ruido fuera, nos levantamos rápidamente, entre otra vez en pánico y me quitó la camisa para colocarme mi uniforme, no quiero que mi jefa valla a matarme. Cuando mi tonto, retrasado y estúpido cerebro recuerda que hay UN HOMBRE ENCERRADO CONMIGO me volteó de espaldas a él y él también lo hace. Rápidamente me coloco bien mi uniforme, apenas pude tomar en mis manos la camisa que me he quitado se abren las puertas. Lo primero que veo es a mi jefa mirando a Fazza con una enorme sonrisa de "la cage" ,Fazza apenas voltea a decirme algo cuando rápidamente lo saca el hombre que lo había acompañado antes y mi jefa esta ahí, su rostro ha cambiado de sumisa a asesina serial . Me da un saludo "de alivio" porque estoy bien. Pero al acercarse me susurra . —ve a los casilleros ahora —enfatiza y así lo hago. Salí corriendo a los casilleros, lavé mi rostro sudado, sentí el agua tan refrescante como nunca, no sé que pasa conmigo? . Coloqué mis manos mojadas tras mi cuello para aliviar un poco esta llamarada que siento, cuando entra mi jefa . — ¿en que demonios estabas pensando? —dice lanzando el pañal con sangre que al parecer tomó del ascensor . — mi brazo sangraba y .. — ¿qué diablos hacías en el ascensor de huéspedes? —grita acercándose a mi muy agresiva. — lo sé, lo lamento no volverá a pasar — respondí bajando la cabeza, no puedo perder el empleo, estaría en grande problemas de ser así. — mañana hay una mascarada, trabajarás doble turno sin chistar o estas ¡despedida! — me lanza el pañal con sangre a la cara mientras sale gritando y maldiciendo a voluntad. Uff de la que me salvé, no importa lo que dijo o hizo, aún conservo mi trabajo eso es bueno. Como ya es hora de salir me cambio rápidamente, pregunte a varias personas por Laura pero nadie me da razones, llamo a su móvil pero me sale apagado, ¿pero donde se ha metido?. Salí rápido del hotel y fui a casa a ver a mi abuela, apenas llegó me llevo la sorpresa de ha tenido un comportamiento muy bueno (viniendo de mi abuela esas son muy buenas noticias) . Llego, despido a la cuidadora, recojo todo el desorden, cocino, le doy la cena a mi abuela, la ducho, le doy su medicina, una vez recostada le doy masajes hasta que se queda dormida. No puedo dejar de sonreír, es tonto mirarme al espejo del baño y sonreír, hace mucho tiempo no me sentía así. Fazza es muy lindo y ha sido todo un caballero. Pero qué ridícula soy, apenas ha sido amable conmigo y yo, sueño ya verme de blanco tomando su mano.. que ilusa soy, empece a sacudir mi cabeza y me metí a la ducha, hoy más que nunca el agua helada me viene de maravilla
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD