AZURA.
Embarazada. Me deslicé hasta el suelo contra la pared del cubículo, sin importarme los gérmenes que probablemente llenaban este lugar, y miré fijamente el palito, mi mente en blanco.
Embarazada.
Con su hijo.
—Estoy bien —dije, tomando un aliento entrecortado.
No estoy bien.
Estoy embarazada, solo tengo diecinueve años y estoy embarazada.
Embarazada con el hijo de alguien que no quiere tener nada que ver conmigo.
Sabía que tendría que decirle a mis padres, pero el pensamiento hacía que mi estómago se hundiera.
El dolor en los ojos de papá cuando le dije que me habían rechazado... No sé si podré manejar decirles que también estoy embarazada...
¿Qué hago?
Mi mente daba vueltas, el dolor en mi pecho se volvía sofocante. Por mucho que quisiera aplastar a Leo por lo que había
