— ¿Club de apuestas? Buena idea – susurró Román al entrar en el club. El club era privado y retiran armas y los teléfonos, si tenían algún problema debían salir de ahí. Y era buena su idea, así nada pasaría. — Aquí me siento más segura – susurro Love - ¡Vamos a jugar! — A jugar cabrones – dijo Emilio. Love comenzó a jugar, todos se dispersaron en el club de apuestas, era un momento para disfrutar, aunque la pareja tenía un plan y era tener algo de ventaja. Cuando Love se levantó y tiró su vaso por “accidente” esa era su señal. Scott se acercó para ayudarla. — Oye, felicidades – dijo Scott – Su compromiso, es maravilloso. — Es perfecto Scott, la unión entre mafias, es la mejor – sonrió – Tuviste una buena idea en mandarlo ante mí, eres un gran jefe. Love pestañeo sonriente. — L