— ¿Podemos hablar? – preguntó en voz baja. — Claro. Love se levantó, miró que sus hijos estaban dormidos en los brazos de Román y su hermano así que lo miro y salieron de la casa, caminando hacia el lago, al llegar a la orilla se detuvieron. El ambiente se sentía tenso y ninguno quería hablar, pero era necesario. — Solo dilo – suspiro – Di que todo esto es demasiado y que solo los puse en peligro – siguió hablando – Y que esto jamás debió pasar, que nuestra única relación debió ser por nuestros hijos y solo eso, y aún más cuando supimos que eras mi jefe – fue entonces cuando Ragnar la miró – Y esas relaciones no funcionan, tú mejor que nadie lo sabe, tu matrimonio básicamente se jodio gracias al trabajo y miro a mi mejor amigo sufriendo por su corazón roto a causa del trabajo – bajo la