Punto de vista de Cristian
Toma respiraciones profundas. Respira hondo y recuerda por qué estás haciendo esto. Es todo por ella.
Aprieta la corbata, asegúrate de que esté recta.
No es así. ¡Mierda! tengo que rehacerlo
Aquí vamos, un nudo perfecto. Alise el abrigo y lo abroche cuidadosamente.
Sí, perfecto.
Compruebo mi postura. Ponte de pie alto. Siéntete orgulloso de lo que haces.
¿Cómo puedo estar orgulloso de lo que hago? Estoy vendiendo mi alma al diablo.
—¡Cristian!— ladró Indra— ¿Por qué tardas tanto? ¡Tu cita te está esperando!
—Ya voy, Indra— dije, asegurándome de que mi traje Armani no tuviera arrugas. Pasando mis manos por mis brazos, recogí la singular rosa roja que ella me hace llevar a todas mis citas. Dejé escapar otro suspiro, recordando su rostro y la razón por la que hago lo que hago.
—¡Cristian!— Indra prácticamente gruñó. Entró en mi habitación y me miró— Vas a llegar tarde y sabes lo que sucede cuando llegas tarde a tus citas. Te castigan. ¡Vete!— Ella tiró de mi brazo, agarrando mi muñeca con fuerza y haciendo que el moretón debajo del puño latiera. Me arrojó al ascensor que se abrió a la limusina que esperaba. Con cada milla que pasaba, desaparecía un poco más. Estaba empezando a olvidar quién era yo. Lo odiaba.
Por ella.... Ella te necesita, Cristian.
El frío, sensual y calculador Cristian Black, el acompañante masculino, hizo su aparación de nuevo.
Mi cuerpo ya no era mío. Solo era la preciada propiedad de Indra Cross, propietaria de Couple of Hearts. Mi único propósito era hacer que las mujeres con las que salía, sintieran que eran lo más importante del mundo. Bebí y cené con ellas. Las besé y acaricié. Las cortejé, me acosté con ellas, las jodí y me jodieron, me lastimaron...
No tanto como... ¡Concéntrate, Cristian! ¡Ignoralo!
Con cada cita moría un poco más. Mi alma se desintegraba con cada mujer, cada relación, y lo odiaba.
Tienes que hacer esto. Necesitas pagar una deuda por ella.
Tocando el timbre de la enorme mansión, puse mi característica sonrisa torcida y el hombre roto se había ido dando paso al semental, quién había tomado el control total de mi personalidad. Una hermosa mujer abrió la puerta, mirándome como un pedazo de carne. Y a sus ojos, yo era un pedazo de carne.
Carne de hombre.
Me incliné hacia adelante, rozando mis labios con los de ella.
—Buenas noches. Soy Cristian Black y estoy aquí para hacer realidad todos tus sueños
XXX
Mientras tanto en otro lugar...
Punto de vista de Isa
—Sí, papá. Lo sé— me quejé— ¡Tendré una cita! Te lo prometo. No iré a la inauguración de la torre sin compañía.
Tal vez pueda llevar a Teresa. Mi padre no dijo que la cita tenía que ser masculina.
—No puedes traer a Teresa, Isabella— gruñó papá.
Maldición mi plan se fue a la basura.
—Tu foto ya está salpicada en la sección de chismes del periódico por tu ex-esposo que no sirve para nada. ¡Te dije que no te casaras con ese imbécil!
El muy bastardo... No me lo recuerdes, padre.
—Todavía no es mi ex, papá— murmuré— Evan, el imbécil, todavía tiene que firmar los papeles del divorcio. Cree que puede sacar más dinero de nuestro acuerdo. Es poco probable, firmó un acuerdo prenupcial
—Al menos me escuchaste acerca de eso. ¿Necesito enviar a Apolo para patearle el trasero?— Papá gruñó. Rodé los ojos— Lo haré. Le compré un arma nueva para su cumpleaños y estoy seguro de que a Apolo le encantaría probarla en el culo infiel de Evan. Usará sus bolas para practicar tiro al blanco
—Tentador, padre— le dije inexpresivamente— Pero si él muere, ellos vendrán a mí primero. No quiero ir a la cárcel por haber asesinado a mi ex marido, por agradable que sea. Sin embargo, relájate. Tengo una cita para la inauguración y no Teresa. La amo, pero no de esa manera— Le lancé una mirada a mi mejor amiga. Se estaba limando las uñas mientras trabajaba en su iPad— Es un amigo de ella.
—Bueno, mientras tengas una cita, eso es todo lo que importa. Tenemos una imagen que defender. Tu exmarido no está ayudando a esa imagen
—Lo sé, papá. Me lo has dicho unas cien veces— suspiré, cayendo de nuevo en mi cama en el penthouse de Livai Towers— Confía en mí para tener una cita apropiada para la inauguración mañana por la noche
—Y haz que Evan firme los papeles del divorcio— dijo papá.
—Adiós, papá. Te amo— le dije en respuesta, terminando la llamada. Con un gemido, tiré mi teléfono celular sobre la cama— ¿Dónde diablos voy a encontrar una cita decente y no idiota para mañana?
—Sabes de esta apertura desde 2020— resopló Teresa— Ha estado en tu calendario durante casi dos años.
—No me hagas despedirte— gruñí, mirando a Teresa con el ceño fruncido.
—Nunca me despedirías, dirijo tu vida. Sin mí, serías un desastre, aún casada con ese marido idiota infiel tuyo— sonrió— Fueron sus coqueteos no tan descarados conmigo los que te abrieron los ojos
—Tenía su mano en tu teta exprimiendo tus doble-D
—¿Y qué pasó con esa mano?— preguntó Teresa, moviendo las cejas.
—La rompiste con un martillo y lo obligaste a someterse a una cirugía mayor para reparar el daño— me reí— Estoy tan feliz de que hayas hecho eso. Gracias, Teresa. Eres una verdadera amiga
—Si tuviera un hacha, le habría cortado la mano. Me lavé las tetas porque sus patas enfermas estaban sobre mí. ¡Puaj!— se rió, agitando la mano alegremente— De todos modos, sé exactamente lo que vamos a hacer. Recibí esta tarjeta de Jessi, ¿la nueva conserje? Bueno, dijo que necesitaba una cita para una boda y que no quería volver con su ex- novio, tampoco quería presentarse sola. Encontró esta empresa a través de un sitio web en una aplicación de citas y llamó al número. Dijo que el chico que la llevó a la boda era muy dulce y actuó como un novio perfecto y amoroso. Todo por el bajo costo de $500
—Seguramente, bromeas. ¿Quieres que compre una escolta? ¿Estás bromeando? Mi papá me mataría si se enterara. ¿Qué pasa con nuestra imagen? ¡Puedo imaginarme la vena saliendo de su frente, Tere!
—Este lugar es realmente bueno y es altamente recomendado. Los muchachos son guapos, están unidos y tienen seguro. Tienes garantizado un buen momento— dijo, levantando su iPad para mostrarme el sitio web— Ahora, con Jessi, fue solo una cita. Comieron, bailaron y se separaron después de la boda. Hay otros paquetes que incluyen un final muy feliz para el cliente que paga el servicio especial.
—Ugh, Tere. No quiero dormir con un escolta. Puede que tenga cangrejos o algo así— me estremecí.
—Oh, no. Indra, ella es la dueña de Couple of Hearts, hace que todos sus trabajadores sean evaluados mensualmente. Si dan positivo por alguna ETS, están despedidos— asintió. —Oh, él es un poco atractivo— Miré la foto del hombre alto con cabello bronce y ojos color jade— Cristian Black. Podría ser bueno para esta apertura. Es una de las mejores citas de Indra. Lee sus reseñas
—No quiero leer sobre todo el coño que ha tenido— gruñí, disparándome y caminando hacia la ventana de mi suite del ático— Él me da los orgasmos más impactantes con su lengua. Su polla debería estar bronceada. No. Gracias
—Una cita directa de sus reseñas, "Cristian Black es concienzudo, amable, respetuoso y un alma vieja. Me trató como si fuera su posesión más preciada, me abrió puertas, me tomó de la mano y me habló con dulzura. Superó con creces mis expectativas para mi cita con él. Definitivamente usaría a Cristian de nuevo ya que era bien hablado, dulce y amable" Nada en esa reseña explica cómo es con su lengua— resopló ella— Casi todas las reseñas van en la misma línea. Lo único negativo que tuvo fue que la velada terminó demasiado pronto... Si no fuera un acompañante, me lo follaría
—Te follarías a cualquiera, Teresa. Eres una zorra— me reí.
—No cualquiera. Le causé un gran daño corporal a tu ex gilipollas porque estaba tocando mi teta como un gato. ¿Realmente pensó que golpear mi pezón me haría desearlo? Quiero decir, ¿en serio te tocó así?
—Él nunca me tocó realmente— me encogí de hombros— Teníamos relaciones una vez al mes y si acaso. Y todo se trataba de él, nunca de mí. No puedo recordar la última vez que tuve un orgasmo derivado de mi colección de vibradores
—Bueno, no me follé a tu exmarido. De seguro, tendría que blanquearme el cooter. Te han hecho la prueba, ¿verdad?— preguntó.
—Tan pronto como me enteré de todas sus indiscreciones. No quería tener el regalo que seguía dando— dije, encogiéndome por lo que había hecho mi ex— Estoy limpia, muchas gracias
—Te sugiero que llames a la agencia. Este tal Cristian parece ser perfecto para mañana. De acuerdo con su agenda, está disponible, pero con todos los aspectos positivos que ha recibido, es posible que eso no sea así por mucho tiempo— dijo Tere.
Alcancé y encontré mi teléfono en mi cama, debajo de una pila de ropa. Sosteniéndolo en mi mano, arrugué la nariz. Tenía que tener una cita obligatoriamente y si debía comprarla que así sea, no tengo otra opción.
—Dame el número, Teresa. Les llamaré