Punto de vista de Isabella
El siguiente mes lo pasé con Cristian y mientras estuvo conmigo, estaba feliz, pero me di cuenta de que era una máscara. Estaba nervioso y su cuerpo estaba lleno de moretones, rasguños y cortes. Cuando le preguntaba sobre ellos, se desviaba y decía que era torpe o me besaría como estúpido.
Me gustaban los besos, pero no tanto las mentiras.
Sin embargo, lo dejé pasar porque él me trató mejor que todas mis relaciones anteriores. También tenía mis sospechas de que era Indra quien estaba causando su dolor. Si confiara en mí lo suficiente como para contarme su secreto, con mucho gusto lo esperaría. Era el hombre más dulce y afectuoso que jamás había conocido. Mis sentimientos por él estaban creciendo. ¿Lo amaba?
No.
Pero era una clara posibilidad.
—Isa, he hecho
