capítulo 4

1648 Words
Pov Joaquin —¿Que esperas imbecil? Nick apenas alessia salió de la oficina me hizo una seña que me incitaba a seguirla, a lo qué me negué enseguida —Yo no tuve la culpa, ella se molesto sola Me encogí de hombros, si el pretendía que la siguiera y le rogara estaba jodido. —Se supone que son esposos tienen que llevarse bien. Nick masajes sus cienes con evidente frustración, sabía que la discusión se había subido un poco de tono pero tampoco era para que saliera así, me mantuve callado por un corto tiempo mientras que pensaba, quería llevarme bien con alessia o al menos...intentarlo, pero es que ella era tan orgullosa, creída que me era imposible. —Parece que empezó a llover. Escuche a nick, y al mirar atravez del cristal de la ventana, las gotas empezaban a caer; Alessia había salido de casa esta mañana sin su auto y eso me preocupaba. ¿Se estaría mojando? ¿Alcanzaría a tomar un taxi? Me coloque de pie casi por inercia y ajustando mi saco salí de la oficina lo más rápido que pude, tenia que alcanzarla o al menos asegurarme que llegara bien a su casa. —¿A dónde vas? Escuche la voz de nick a mis espaldas antes de salir, así que deteniendome me gire solo por un instante —Voy por alessia Sabía que el desgraciado se burlaria de mi, y no me equivoque por que apenas escucho mis palabras, una enorme sonrisa como la de chenshire se dibujo en sus labios —¡Que esperas! se va Agito sus manos y sonrei al ver lo idiota que lucia persiguiendola, apenas salí del enorme edificio las gotas empezaron a empaparme, la lluvia me azotaba sin dar espacio a nada y antes de entrar a mi auto me encontraba prácticamente empapado. Se supone que ella estaba siguiendo un tratamiento para quedar embarazada, tenia que cuidarse ¿No es así? Recorrí un par de calles con destino a una parada cercana, por la forma atroz en la que llovía ella no podía estar muy lejos, todos los transeúntes corrían para refugiarse de la lluvia y en lo que despegue mi vista del camino solo un minuto, la vi escondida en una esquina, intentando refugiarse del aguacero, su ropa se encontraba empapada, tan pegada a su cuerpo que se podía apreciar su hermosa figura —!Mierda¡ Dije golpeando el volante de mi auto, ella no tenia por que estar así y mucho menos allí —Alessia Dije desde lejos sacando mi cabeza por la ventana, ella no lograba verme ya que la luz la enfocaba directamente imposibilitando reconocer de quien se trataba. Alessia llevo su mano a su rostro tratando de cubrirse de la luz, pero fue inútil ella aún no sabía que era yo. —¡Alesia! Volví a llamarla, esta vez colocando mi auto en marcha para llegar justo a su lado, alessia dirigio su mirada hacía mi y apenas noto mi presencia me observo de forma despectiva, así que sin mas empezó a caminar, ella no me quería cerca y lo entendía, fui algo idiota hace unos minutos en la oficina. Yo no podía dejarla allí, sería la peor estupidez que podía hacer, así que algo molesto por ser ignorado de esa forma, baje de mi auto. La frías gotas de lluvia arremetian en contra de mi pecho mientras que con un par de zancadas me colocaba detrás de ella. —Alessia Dije esta vez cerca de ella, quien al girarse me vio con cara de asombro. —Vamos, sube al auto, estas empapada Necesitaba que se fuera conmigo, no podía dejarla allí sola en medio de la lluvia, ella solo bufando retomo su marcha —O subes o juro que te amarrare y te subiré quieras o no Ella era testaruda, sabía que no sería nada sencillo aún así, no accedería a dejarla allí —Déjame en paz joaquin. Soltó de manera despectiva y cediendo a la ira, solo la tome de la mejor forma que hallé y la introduje al auto, no quería someterla ni menos imponerme, pero no dejaría que se arriesgar solo por orgullo. Lo más rápido que pude rodee el auto y sin siquiera verla puse a este en marcha, no quería mirarla; estaba molesto al igual que ella, por lo que todo el camino fue en completo silencio, hasta que finalmente llegamos —Ve, toma una ducha, yo le pediré a nana que te prepare algo Las gotas de agua se escurrian por nuestros cuerpos, la ropa de alessia simulaba una segunda piel haciéndola lucir tentadora, mi vista se dirigio a sus pechos los cuales se notaban por su ropa, de no ser por su ropa interior la hubiese visto casi desnuda, solo trague grueso antes de salir del auto, tenia que marcharme, no podía estar más cerca de ella, de ser así caería de nuevo en la tentación y eso...no...ni pensarlo. Con mi ropa completamente empapada llegue a la cocina, la nana de alessia estaba preparando la cena, era una señora mayor, bastante agradable, me caía de maravilla y su manera de tratarme...era muy dulce, al verla el bago recuerdo de mi abuela me azotaba. —Nana Dije apenas estuve a sus espaldas, tenia que despejar mi mente y no pensar en la forma tan tentadora que lucia alessia totalmente mojada —Alessia, quedo completamente empapada al salir de la cadena hotelera sin su auto...si no es mucha molestia, puede prepararle algo, un te, medicina, lo que sea, sabe que debe cuidarse y no exponerse a un resfriado Tenía que ir a cambiarme, yo tambien estaba mojado y de permanecer un rato más en ese estado, al otro día estaría muy mal. —Claro que si, pero...usted valla por una ducha, apenas termine aquí; les llevare algo de tomar para ambos. luego de un asentamiento me dirigí a mi nueva habitación, el padre de alessia se había marchado, así que no había necesidad de compartir habitación. Lo primero que hallé. fue lo primero que me coloque, no estaba de humor para elegir atuendo, después de todo estaba en casa, así que unos segundos después ya estaba listo. Al pasar por la puerta de la habitación de alessia unas enormes ganas de verla me invadieron ¿Estaría bien entrar en la habitación de mi esposa sin permiso? Tome la perilla de la puerta mientras pensaba en hacerlo o no. —¡Alessia! La llame, quería saber si ya había tomado la ducha, a lo cual no recibí respuesta alguna. —¡Alessia! Llame de nuevo pero de igual forma me ignoro, alarmado; ingrese a su habitación sin permiso, y apenas entre, la encontre enrollada sobre su cama...Sus mejillas estaban rosadas y apenas toque su piel, esta estaba hirviendo. —Alessia Dije con verdadero pesar, invadiendo un poco su espacio me acoste a su lado y atrayandelo a mi cuerpo la abrace. La fiebre estaba muy alta y para cuando nana llego a la habitación, alessia estaba empezando a delirar —Tiene mucha fiebre, hay que hacer algo Nana me observo con notaria sorpresa al verme en la habitación de alessia, acostado a su lado. —Ire por compresas, mientras trate de hacerla reaccionar. Tuve que sentarme en su cama y sentarla en mi regazo, la temperatura en lugar de bajar, ascendía y eso solo me preocupaba. —Ale... Intentaba hacerla reaccionar, palmeando su rostro, y por más que tratara, no lograba abrir sus ojos. —Ale... Dije de nuevo, había perdido la cuenta de las veces que la había llamado, preocupado empecé a tocarla, estaba más caliente. Como pude, me coloque de pie con ella en mis brazos y camine al baño, tenia que hacer que la temperatura bajara y que mejor forma de hacerlo que por medio de un baño. —¿A dónde va con ella? Nana había regresado y en sus manos traía las compresas para la fiebre. —La llevaré a tomar una ducha, la fiebre esta subiendo muy rápido y no puedo esperar más. Ignorando a nana entre al baño y apenas estuve allí, me metí con ella bajo la ducha, el agua empezó a empaparnos a los dos y un par de segundos después, nuestra ropa escurría. Alessia no se podía mantener en pies, por lo que tuve que mojarme al igual que ella. —¡Está fríaaaa¡ Soltó casi en un gemido cuando el agua la hizo reaccionar, por lo que sonrei al verla despierta. —Falta poco, ya saldremos. Dije, aferrandome a ella, tenia que permanecer el mayor tiempo posible bajo esta, para que la fiebre cediera, yo ya estaba completamente mojado, así que más daba, solo tenía que esperar, ella estaba débil aún como para dejarla sola. Cuando sentí que era suficiente, salí con ella en mis brazos aún y la coloque sobre su cama, tenía que cambiarme, mi ropa estaba hecha un desastre. –Ire a cambiarme, nana te ayudará. Depositando un casto beso sobre su frente, me retire a mi habitación. Lo siguiente que hice fue regresar con ella, estaba despierta acostada sobre su cama, cuando entre. —¿Te sientes mejor? Camine para tomar asiento a su lado, a lo cual solo sonrío. —Gracias, no tenías por qué hacerlo Se que se refería a meterme a la ducha con ella, tal vez me excedí, pero sentí algo de miedo al verla así. —De nada ahora si, duerme. Sus ojos se empezaron a cerrar de a poco y un par de minutos después estaba rendida, al menos la fiebre se había ido, pero aún así no la dejaría sola, así que me acoste a su lado, quería asegurarme que la fiebre no regresaria, por lo que la abrace —Mejórate, me gustaría tener con quien pelear mañana. Minutos después el cansancio también empezó a vencerme y cuando menos acordé caí rendido
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