Alice llegó a la entrada del restaurante y le pareció extremadamente raro que no hubiera una cola enorme para entrar, como era de costumbre. Era uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad y todos tenían conocimiento de que era el favorito de la familia Bush, por lo tanto, siempre habían clientes. Dos hombres enormes estaban en la entrada, debían ser de la seguridad, otra cosa fuera de lo común porque nunca había seguridad en la entrada, a menos que hubiera alguien importante en el restaurante aquella noche. Alice pasó la puerta giratoria de la entrada principal y una chica muy elegante la recibió con una amable sonrisa. –¿Señorita Johnson? – la chica preguntó y Alice dudó unos segundos, luego asintió. –Sígame hasta el Cabinet Room, si es usted tan amable. –Disculpa, pero creo qu