Alice estaba organizando sus maletas mientras que Aaron daba mil vueltas por la habitación. –¿Estás segura de que es un buen momento para irte? –Aaron preguntó viendo a su melliza dejar una prenda de ropa doblaba dentro de la maleta y sentarse en la cama con un gesto de cansancio. –No puedo seguir aquí llorando, hundirme en esta depresión no me va a devolver a mi bebé y… –Y tampoco a Scott–Añadió su hermano y la vio fruncir el ceño. –Scott es pasado y uno que daría lo que fuera por borrar. Me iré a Georgetown, a por la brillante carrera que papá siempre decía que me estaba esperando. Si realmente quiero empezar a preparar la base para el cambio de este mundo debo empezar estudiando. –Afirmó con vehemencia. – Con lo que me ha dejado papá también puedo empezar la reconstrucción del centr