Riley intentó no pensar en que su esposo podía ser un criminal. No le agradaba la idea de que lo fuera, y aunque odiaba que las personas estuviesen estereotipadas, Maddox finalmente lo estaba. La mayoría de las personas que amasaban grandes cantidades de dinero, no era por negocios limpios. El dinero que el abuelo Maddox usó para el casino, salió de tratos ilegales. Que su hijo y su nieto no estuviesen las manos llenas de sangre inocente, no significaba que su imperio estuviese libre de ella. De hecho, su imperio era lo más sucio existente, y Maddox lo sabía, el problema era que no le gustaba admitirlo, ni que lo llamaran criminal. Maddox tenía sus códigos, como todos, y uno de ellos era evitar involucrarse en negocios turbios. Su padre nunca se lo perdonaría, así como tampoco le permitir