Katya Veinte minutos antes… Habiendo escapado de la oficina del Alfa para detención, camino hacia el entrenamiento. Al pasar por el gimnasio, una mano se adelanta y me arrastra al vestuario. Tropiezo hacia atrás y me vuelvo para pelear con mi atacante, un suspiro se escapa de mí. Frunzo el ceño al encontrarme cara a cara con mi mamá. La tensión en mí desaparece, sustituida por la curiosidad. —Vaya, me asustaste —me río, pasando la parte de atrás de mi mano por mi frente. —¿Mamá? —pregunto cuando ella sigue mirándome fijamente. Ella mira alrededor asegurándose de que el vestuario esté vacío, y yo también mientras me pregunto qué está pasando, cuando ella vuelve a fijar su expresión severa en mí. —¿Dónde has estado? —me sisea. Vaya, ella sabe que tenía detención. ¿Qué le pasa y por qu