Elian pasa ambas manos por su cabello ofuscado, Ivan había cumplido su promesa y estaba trabajando en sus asuntos sin molestarlo pero si vigilando que se encontrara en perfectas condiciones. —¡maldición tengo que hacerlo!— suspira apretando su mandíbula hablando para él mismo. Toma su celular debatiéndose unos minutos largos en si hacer aquella llamada o no, pero finalmente se decide por hacerla en contra de sus principios. Muerde su labio inferior mientras que la misma no es atendida y su ansiedad se hace más extrema. —elian, ¿con que te puedo ayudar?— sebastian lo saluda del otro lado de la linea dejando a un lado sus labores para prestarle atención a su amigo. Elian se demora en responder, chasquea la lengua buscando las palabras adecuada. —¿estas ocupado?— indaga deseando que su