Lagerta y yo agarramos vuelo hasta un segundo piso muy disimulado que la galería tenía, no buscabamos nada en especial y tratábamos de no hacer mucho ruido con nuestra risa típica de borracha. Una puerta al fondo se nos hizo interesante y descubrimos que era un pequeño armario con típicas cosas para limpiar, un pequeño ventilador a un lado de la pared y un televisor muy antiguo sobre una pequeña mesa vieja y una silla de metal parecida a un banco, parecía un pequeño cuarto de servicio. Nos miramos cómplices y yo cerré la puerta con seguro, al voltearme inmediatamente mi linda amiga se lanzó sobre mis labios y el sabor del whisky que tomabamos se hizo presente en mi boca. Su lengua tenía dos pequeñas perforaciones en la punta que hacían cosquillas en el interior de mi boca y me encontré c