Mis ojos se abrieron grandes, el aire se quedo trabado en mi garanta, abrí mi boca maravillada por la vista, esto era algo magnifico, parecía que pudiéramos tocar el cielo con las manos mientras la ciudad descansaba a nuestros pies. Gire mi rostro para ver a Thomas que observa todo, es una locura, una verdadera locura, tener el cielo llenos de estrellas arriba y también bajo nuestros pies. Desde aquí se puede visualizar gran parte de la ciudad y es una verdadera locura, parece ser de mentira, algo tan lindo no puede haber estado aquí, algo tan increíble no puede haber pasado desapercibido para mis ojos. - Esto es… - trato de encontrar las palabras adecuadas. - Hermoso – termina él y giro para verlo. - Lo es – murmuro y me observa - ¿Qué hacemos aquí? Sus ojos n