RYAN. Estoy acostado en mi cama, hace dos horas que mi rubita se fue a la fiesta que organiza el instituto, me hubiese gustado ir con ella. Iba a ser contraproducente, todavía estamos en celo. Lo sé, Redel, ¿por qué crees que estoy aquí encerrado? Porque no quieres fallarle a nuestra rubita. Sonrío como bobo porque sé que es cierto, no quiero engañar a Arya, estos meses con ella han sido los mejores, la amo, de eso estoy seguro, todo sería mejor si ella fuese mi mate, de esa forma, no tendría la necesidad de ocultarle nada, podría marcarla, sería mía y mi manada sería una de las más poderosas. El sería, no nos sirve, pero, podemos hacerla nuestra luna. No es posible, tenemos una mate. Que no encontramos, idiota. — Uff. – resoplo cansado de ese tema. — Ryan. – me llama la voz de m