ARYA. Estamos en el comedor de la casa desayunando en completo silencio, abue y yo nos encargamos de preparar el desayuno, Adara se concentra en su plato, mi tío solo mira a mi prima y debes en cuando a Mirian, esta solo prueba bocados cada cinco minutos, abue suspira esperando que alguien hable, pero, nadie se atreve, a excepción de mí. — Bueno, ¿cómo amanecieron? – pregunto bebiendo mi jugo de frutas. — Con hambre. – responde Adara. — Arya, hoy comienzan las vacaciones de invierno, ¿cierto? — Sí, abue, pero es ridículo, no hace frío. – me quejo. — El clima por aquí siempre ha sido así. – me sonríe mi abue. — Bueno, me llevarás a conocer lugares, ¿cierto? — Si eso es lo que quieres, prima… — Debemos hablar. – interrumpe mi tío, lo miramos. – Todos. — Habla. — Yo, quiero disc