Capítulo 24 Sellar sus destinos Al ingresar a su habitación, Sabrina trataba de no sentirse muy nerviosa por lo que había pasado entre ellos en la sala, aunque no fue nada s****l, si había sido bien intenso para ella. La manera magistral en la que él la tocó había sido toda una experiencia para ella, quien jamás había sentido ni siquiera la mitad de lo que había experimentado en ese momento. El masaje de Mateo le había arrebatado un sin fin de gemidos, los cuales ahora en su habitación, completamente sola, estaban provocando una gran vergüenza en ella. Queriendo sacar por un momento todo lo que había pasado de su cabeza, se acostó sobre la cama, mas no estaba nada cómoda con ese vestido que tenía, por lo que se levantó y trató de quitárselo. Colocando su mano por detrás en su espalda,