Las cosas habían estado realmente bien esos últimos días, Dylan comenzó a ir de nuevo al trabajo cuando le quitaron los puntos y sus heridas estaban cicatrizadas, ahora andaba con una nuevas cicatrices en su cuerpo y aunque no le recordaran cosas buenas Tyler amaba besar cada una de ellas. Dylan se encontraba sentado en su escritorio tratando de concentrarse en los informes que tenía frente a él cuando un mareo lo ataco, era la tercera vez que le sucedía en el día y así había estado desde una semana después de que saliera del hospital, también había tenido unas ligeras nauseas que había logrado controlar en casa pero todo solía sacarlo ene l trabajo cuando su padre y Jordán no lo veían. - ¿Estás bien? Te ves algo pálido – le dijo Jordán preocupado - Solo un ligero mareo – Jo