Cuando Ángel Gabriel estuvo frente a Elizabeth, no pudo evitar admirar lo hermosa que se veía, a pesar de estar sentada en aquella silla ruedas, se podía apreciar lo bien que le quedaba el vestido de novia.
Todas las miradas estaban centradas en ella, los invitados murmuraban y al mismo tiempo se reían de forma burlona, incrédulos al ver que un hombre como Ángel Gabriel, se hubiera fijado en una mujer con esa condición.
— Papá, mamá, quiero presentarles Elizabeth Bracamontes.
Graciela, estaba todavía impactada sin poder decir lo que realmente estaba sintiendo en ese momento, por su parte el padre de Ángel Gabriel, solo se limitó a mirarla mientras sonreía, había visto en ella algo de ternura al ver su condición.
Gabriela fue la primera en opinar:
— Vaya qué sorpresa conocerte, jamás
