Capítulo 96 ¿Qué haces aquí Rómulo? Al día siguiente, la nana Gisella llamó a la puerta con otro estado de ánimo, y se ofreció a cuidar de Rodrigo todo el tiempo que fuera necesario, o hasta que encontrara alguien de mi entera confianza con quien pudiera dejarlo, en ese momento recordé que ya no tenía familia ni amigos por defender lo indefendible y quise golpearme la cabeza, pero… de pronto, pensé muy bien en la propuesta de esa chica y entendí que se podía hacer algo al respecto, así que, esa buena acción de Gisella para apoyarme en este duro momento, se convirtió en una de mis mejores y más geniales ideas, le entregué a Rodrigo y pase todo el día estudiando la viabilidad en mi despacho, al llegar la noche, solo pensé en lo estúpido que soy, porque, volví dispuesto a dejar todo por ell