Capítulo 111 ¡Que asco! “No te preocupes Angelica, estarás bien, no vale la pena hacerte daño en este momento, ¡si tu no hablas, cualquiera de ellos lo hará, son paramilitares, su lealtad nunca estará con una mujer tan estúpida como tú.” Espeté. Le hice señas al hombre que le había soltado el brazo hace unos minutos, para que la volviera a colocar en su posición inicial, e inmediatamente me dirigí a otro de mis hombres, haciéndole señas para que trajera al paramilitar más grande, lo atara frente a Angelica y retirara la mordaza de su boca, aunque este hombre era enorme y a simple vista todos parecían tranquilos, este, en especial, era el más asustado, se podía notar porque hasta mojó sus pantalones. Después de verificar que Angelica estuviera perfectamente vendada y amordazada, me ace