Capítulo 50 No quiero ser rápido con ella Aunque la pequeña mujer ya estaba entre mis brazos bajó su cabeza para mirar el piso y en esa posición asintió, esa reacción me hizo entender que, ella realmente nunca me ignoró, es que esta mujer que aún no se da cuenta de que está entre mis brazos es tan tímida que no sabe cómo responder una mirada, ¡Ja! No pude evitar reírme en mi interior, cada vez me gusta más esta pequeña demonia tímida. La tomé por la barbilla y, antes de que pudiera reaccionar, la besé, un beso corto para probar si me aceptaba, ella no me rechazó, tampoco hizo ningún gesto de disgusto, todo lo contrario, sus ojos estaban totalmente cerrados y su boca entreabierta, claramente estaba esperando más. La pegué más a mi cuerpo, y la volví a besar, esta vez la besé hasta queda