Segunda Parte 1.5

2522 Words
- “Imagino que Laura pasará por mí en un rato, quisiera preguntarle varias cosas” – Dennis se tiro de bruces sobre su cama – “me pregunto si ella sentirá alguna especie de…”- su ceño se frunció – no sé – dijo en voz alta – lo mejor será no pensar en esas tonterías – se levanto de la cama y se desvistió – será mejor que me meta a bañar de una vez. Mientras tanto Julián miraba el piso mientras caminaba al lado de su sueño y pesadilla constante llamado Román. - En verdad eres un cerdo – le dijo quedamente mientras caminaban de regreso a la facultad – ahora hasta las pinches viejas te gustan ¿no, mariconcito?, ¿si es así para que carajos estas conmigo? - Solo me pidió unas bolsitas de cátsup. - ¿En seriooooo? – dijo en un tono bastante irónico – y tu de buena gente ahí vas y se las pasas ¿no? ¿qué? ¿te sentiste muy galán o qué pendejo? - ¿Quieres dejar de insultarme? No hice nada malo solo le hice un favor. - Pues se lo hubieras hecho completo llevándotela a la cama – le miro con tanto coraje que Julián solo por un segundo sintió que lo odiaba. - ¿Por qué siempre me insultas?, ¿por qué siempre me estas agrediendo? – le pregunto con la voz ligeramente quebrada, sea como fuere Julián era un chico demasiado sensible. - ¿Yo??? – pregunto con falso asombro - ¿Yo??? ¿Te agredo? ¿Estas pendejo o qué te pasa imbécil? ¡Tú! – le dijo con molestia, mientras le picaba el pecho con el dedo – tú eres el que me falta al respeto a mí, andando de caliente con las chavas y con los chavos, en serio que eres una basura – Román se adelanto mientras Julián se tragaba una vez más los insultos y hacía un enorme esfuerzo por no llorar. - ¿Por qué me trata así…? ¿por qué es así conmigo? ¿yo que daño le eh hecho? – se detuvo un momento y opto por irse a su casa, sea como fuere Román se había llevado la bolsa con él, así que no tenía porque llegar. Laura, ¿por qué me siento tan bien caminando a tu lado?, pareciera que el tiempo toma otra dimensión al estar contigo, a pesar de que el cielo sigue nublado, a pesar de que hace frío se siente tan bien el estar contigo, ¿puedes ver el verde follaje de los árboles Laura? ¿puedes ver las gotas de agua resbalar lentamente por las hojas y hacer ondas al golpear contra los pequeños charcos que hay por doquier Laura?, ¿sabes lo maravilloso que es observar todo esto a tu lado?... Laura, Laura, sentí que el corazón me latía tan deprisa, y esa emoción ¡Dios! Esa inmensa emoción que me embargo el cuerpo tan de repente, esa ansiedad de tomarla entre mis brazos y besarla y sostenerla ahí para siempre sintiendo el suave peso de su pequeño cuerpo…¡ah! No, no, no, no puedo hacer eso porque ella es terriblemente más joven que yo, además… estoy segura que ni siquiera le gusto… ¿cómo podría gustarle?... ni siquiera sé si en ella existe ese… ¡un momento! Dennis… ¿a Laura le gustará Dennis?... pero cómo, cómo podría yo saber…. - Laura – me dijo – y siempre has estado sola, bueno me refiero a que si siempre has tenido en mente los estudios primero, hummm como decirlo – se llevo la mano a la barbilla – por ejemplo Dennis tiene novio, pero tú no, a lo que voy es ¿tú nunca has tenido novio? - “¿Me esta preguntando que si eh tenido novio?” – pensé al tiempo que me aclaraba la garganta – “¿le interesa saber si eh tenido novio?, ¿por qué?...” “¿Qué debería decir?” - Que pregunta tan tonta te hice ¿verdad? – suspiró – claro que has de haber tenido ya algún novio, eres una chica guapa e inteligente. - “¡Guapa! Ella piensa que soy guapa e inteligente” – sonreí enormemente. - ¿Y cómo se llamaba el galán? – al momento de preguntarlo pude percibir un dejo de molestia reflejado en su rostro… o ¿quizás solo fue mi imaginación? - Yo nunca... – dije y me sorprendió el que girara rápidamente su rostro para mirarme, note su contemplación tan intensa, sus ojos puestos sobre mí como esperando ver de mis labios el resto de la frase – nunca eh tenido novio – dije al tiempo que giraba el rostro a un lado. - ¿Nunca? – pregunto con cierta ansiedad. - No – me limite a responder mientras sentía en mi mejilla una gota de agua – ¡oh! Creo que lloverá nuevamente – levante la vista al cielo y sentí el fino de las gotas de agua caer en mi rostro. - ¡Ven! – Karla me tomo de la mano, estaba cálida y me sujeto con firmeza, echamos a correr mientras las gotas de agua comenzaban a caer con más fuerza, terminamos resguardándonos en un sitio donde apenas cabíamos las dos era muy estrecho entro primero Karla y me jalo dentro, termine recargada de espaldas a su pecho, al menos ese sitio tenía un techo ligeramente extendido por una lamina de plástico que hacia un ruido tremendo con forme la lluvia caía… me sentía terriblemente nerviosa, estaba ¡yo! recargada de lleno a su cuerpo, sentía el lento subir y bajar de su pecho, sentí como una sensación extraña se apoderaba de mi cuerpo y sentí un ligero escalofrío recorrerme el cuerpo. - ¿Tienes frío? – me pregunto cerca de mi oído al tiempo que me rodeaba con sus tibios brazos y me pegaba más a su cálido cuerpo. - Un… - por un segundo sentí la garganta tan seca como el mismo desierto – poco – termine de decir. - Iré a reclamar a esa tienda, la chica que me vendió esa chamarra me dijo que con ella nunca pasaría frío. - “Y es cierto” – pensé – “en realidad estoy sudando… pero no quiero decir nada, estar así entre tus brazos es todo lo que siempre eh deseado” - ¿No te molesta si te tengo sujeta de esta forma Laura? – me preguntó suavemente al oído. - “¡Aaah!” – hice un esfuerzo sobre humano para no respingar – “que aliento más dulce, se… se sintió muy bien” - “¿Qué estoy haciendo?... ¡Dios! ¿Qué estoy haciendo al tenerla sujeta de esta forma y al hablarle así al oído?... Por favor lluvia pasa pronto o terminaré… o terminaré… por… por…” - “Por favor… por favor lluvia no te detengas sigue tu imparable caída… no te detengas” – miré de lleno hacia fuera mientras recargaba mi cabeza a su pecho, ella hundió su rostro en mi cabello, cerré los ojos sintiéndome por vez primera en el paraíso. Mantenía los ojos cerrados, escuchando claramente el caer de la lluvia me perdí en el dulce aroma de la cabellera de mi joven alumna, ¿cuánto tiempo había pasado? Apenas unos minutos quizás… Laura… ¿Por qué pierdo el sentido del tiempo cuando estoy contigo?, ¿Por qué no tengo miedo al abrazarte?... Laura – de forma inconsciente ceñí más mi abrazo sobre ella, mis manos se posaron sobre su plexo solar… la… ¿la sentí suspirar?... ¿Laura, sus… suspiraste?. Me apreté más a ella al sentir una gota de agua caer sobre el dorso de mi mano, cayó una más y otra y una más abrí los ojos ligeramente, podía sentir mi rostro ruborizado por el tibio aliento que ella mantenía sobre mi cabeza. - Hay una gotera – dije murmurando. - ¿una… gotera? – pregunto en un suspiro. - Sí – le respondí suavemente empezaba a sentir la boca seca. - Date la vuelta – dije y juro que fue de forma inconsciente – de esa manera el agua caerá sobre la chamarra – “¡pero qué demonios estoy pensando?" – me recriminé, si la tengo frente a mí, su cuerpo, su cuerpo y el mío…¡Dios! Pero es que en verdad yo lo de…se… ¿Estar frente a ella?, trague la poca saliva que tenía al escucharle decir eso, ¿qué debía hacer? En verdad ¿Qué estoy pensando al haberle pedido eso?, Laura es solo una niña y yo… ¡ah!... la sentí girarse frente a mi recargo su rostro contra mi pecho y poso sus manos en mis hombros. - ¿Está bien así? –pregunte sintiendo el rostro por completo sonrojado – ¿no… no te molesta? - No, está… está bien – le dije ciñéndola por la cintura – “demasiado bien” – pensé al tiempo que hundía mi rostro en su rubia melena la cual olía maravillosamente. - “Esto no puede estar pasando - pensé - en verdad esto no puede estar pasando, ¡estoy frente a ella y me está abrazando! – era una emoción tan intensa que casi podía escuchar el latir de mi propio corazón o ¿era el de ella?, ¿era el mío?, ¿éramos las dos? ¡Por todos los cielos! Empezaba a creer que me volvería loca de tanto pensar en eso. - “Laura… Laura… Laura – pensé – se siente tan bien el tenerte entre mis brazos, demasiado bien, encajas tan bien en el mío que casi pareciera que estas hecha para mí – la abrace más a mi cuerpo – Laura… no puedo más, no puedo más, no puedo controlarme más, necesito besarte, necesito probar el dulce de tu boca – sin darme cuenta subí lentamente las manos por su espalda… - “¡Aaaah! Esto – pensé al tiempo que temblaba de emoción – sus manos esa caricia – mis labios se entreabrieron – "¿está pasando, en verdad? , no es un sueño ¿verdad? ¿verdad?" – sentí mi cuerpo reaccionar ante tan dulce caricia una ola de sensaciones inundó mi cuerpo - "¿me vas a besar? Por favor, por favor "– aún con el miedo a equivocarme levante lentamente el rostro sus labios fueron recorriéndome conforme levantaba la cara, sentí entonces sus labios tocarme la frente… - “Laura… que piel más suave tienes – pensé - tengo que… tengo que hacerlo… perdóname”– cerré los ojos separé mis manos de su espalda y las lleve a su rostro, la tome dulcemente… - “¿Es verdad esto?” – pensé al tiempo que sentía esa maravillosa caricia sobre mi cara cerré los ojos – “sí… esto es lo que deseo” – permití que me elevara el rostro me deje llevar por ella sentí de lleno el tibio de su aliento, tan cerca… tan… cerca… tan… - ¡Por aquí! ¡Vamos a meternos aquí dentro! – la voz de un hombre nos hizo separarnos en el acto, justo cuando este se asomo dentro - ¡oh! – exclamó – está ocupado –dijo mirando hacia otro sitio y se alejo justo entonces vimos pasar a una mujer de más o menos su edad y un par de niños que corrían atrás de ella. - Tenemos que – dijo Karla – irnos o si no… - Pero esta aún lloviendo – le dije, pero no me importaba en realidad el hecho de que lloviera sino que solo deseaba continuar con lo de hacia un momento. - La chamarra te protegerá – me dijo seriamente y supe entonces que tenía que hacer lo que ella decía. - Está bien – fue su resignada contestación, en verdad ¿qué estaba pensando? unos segundos más y entonces… me ruborice de tan solo pensarlo. Sin decirle nada le tome de la mano y salimos fuera, la lluvia no estaba tan intensa pero lo cierto era que terminaría al menos yo bastante mojada. Corrimos por el parque tomadas de la mano la lluvia golpeaba mi rostro suavemente, por momentos cerraba los ojos y otros más miraba discretamente su perfil, Karla era tan impresionante, tan maravillosa, en verdad era un sueño convertido en realidad; hubo momentos en los cuales estuve a punto de caerme pero me sujetaba tan firmemente que lo evitó. Para cuando llegamos al auto Karla se hallaba por completo mojada al entrar ella suspiro. - Vaya - se recargo de lleno en el asiento – si que estuvo buena la carrera ¿verdad? – llevo las llaves al encendido y el motor se escucho. - Bastante – susurré al tiempo que suspiraba – es mi culpa – le dije – por no ser previsora te has empapado – sin desearlo miré su pecho y pude notar que sus… - ¿Laura? – Pregunté al ver su rostro ruborizarse - ¿te sientes bien? – le toque la frente con la mano - no te habrás resfriado tan pronto ¿o sí? - Oh, no, no, no – respondí girando el rostro – “¿pero que estaba viéndole?, si hubiera sabido la parte de su cuerpo que estaba mirándole ella seguro”… - Bueno pondré la calefacción de esta manera… ¡ah! – exclamo – ¡que bien!, Laura podrías asomarte a la parte de atrás creo que ahí deje una bolsa que tiene adentro un pants había olvidado que justo hace un par de días lo compre. - Oh – respondió – claro enseguida lo haré – dijo al tiempo que se volvía sobre el asiento y se asomaba a la parte trasera, al intentar alcanzar la bolsa de plástico la chamarra se hizo hacia adelante y dejo al descubierto el formado derrier que le daba forma a la cadera de mi joven alumna, recorrí con la mirada su cintura, sus caderas pasando por sus hermosas y bien formadas piernas que se notaban a través de los ajustados Jeans que estaba usando, tenía un cuerpo precioso y solo era una adolescente podía imaginar su cuerpo al llegar a su esplendor seguro sería una mujer bellísima – la tengo – dijo y eso me saco de mis pensamientos; regreso a su asiento con la bolsa entre sus manos - ¿te sientes bien? – preguntó - Sí – le respondí - ¿por qué la pregunta? - Es que estas muy ruborizada. - Oohh no, no te preocupes por mi – le dije girando el rostro y sintiéndome avergonzada de mi misma – será mejor que nos pongamos en marcha o si no nos perderemos la primera función. - Entonces – sonreí creo yo con demasiado entusiasmo - ¿iremos al cine? - Sí – contesto con una tenue sonrisa en los labios te lo eh prometido ¿no es así? – vamos que quiero cambiarme lo antes posible – me guiño mientras nos poníamos en marcha. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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