Capitulo7:Dennis 1.6

1843 Words
Era Dennis, era ella a la que ahora abrazaba, a quien besaba y acariciaba, eran sus labios los que rozaban suavemente los míos, eran sus manos las que se deslizaban por entre mi cabello, era ella, siempre fue ella, mi primer amor, mi primer deseo, nunca imagine que un día ella me besara así con tanta pasión y tanto deseo, de ningún modo pensé tener la dicha de tenerla entre mis brazos así de esta manera tan entregada, tan sincera, tan apasionada, me era imposible imaginar que de su labios pronunciara un Te Amo para mi, tan solo para mi. Ahora lo comprendía, nunca había dejado de amarla; me beso tan torpemente que mi boca quedo completamente ensalivada, las dos recostadas sobre la alfombra de mi habitación, ella sobre mí, dándome besos en la frente, en las mejillas en mi barbilla. Se recostó sobre mí hundiendo su rostro en mi cuello, podía sentir sus lágrimas las cuales caían sobre mi piel y su sollozo constante, mismo que me desconcertó ¿por qué estaba tan triste? Tenía que confesarle a Laura lo que había sucedido entre Armando y yo, incluso si no me lo perdonaba nunca, no podía guardarme algo como eso, tenía miedo, tenía muchísimo miedo pero me daba verdadero terror que se llegara a enterar por otros medios, una vez me dijo Andrea que los hombres siempre presumen de lo que llegan a hacer con las chicas y estaba segura que Armando no sería la excepción y en verdad odiaba la idea de que fuera por chismes y no por mi por el medio que se enterara, sin embargo no tenía idea de cómo confesarme ante ella. - Laura – susurre – yo… yo… - mi mente me gritaba que me detuviera, que me callara, que la siguiera besando, que olvidara todo ese asunto… pero no podía hacer eso tenía que ser sincera con ella – tengo que confesarte… mira no sé como llegamos a eso ¿sabes? En verdad que no lo sé – me separé de ella y evite sus ojos – Armando intento… intento hacerme el … En cuanto menciono el nombre de Armando supe lo que intentaba decirme, sentí el rostro quemárseme, una súbita oleada de coraje me sobrevino con tal furia que la avente a un lado de mi. - Laura – me dijo mirándome tristemente, mientras se incorporaba. - ¿Qué es lo que quieres? - le respondí fríamente dándole la espalda. - Por favor escúchame, te lo ruego, te juro que no paso nada, te lo juro. - ¡No quiero oírte! – le grite sintiéndome burlada y engañada. - No Laura por favor no es lo que piensas, te juro que no paso nada – se levanto y me abrazo por la espalda fuertemente. - ¡Suéltame no quiero nada contigo! - No, por favor – le escuche llorar – no… me… digas eso - ¡Te odio déjame en paz! – traté de soltarme del abrazo - ¡No! ¡No!¡entiende que No!, ¡por favor!, ¡por favor! – me sujeto con fuerza a pesar de que intentaba liberarme – Te Amo, ¡Te Amo! ¡puedes entenderlo? - ¡Cómo voy a comprenderlo?, ¡Qué te hizo Armando?, ¡Te hizo el Amor como tanto Querías? – me solté de sus brazos y me volví a verla, estaba furiosa, celosa, frustrada, no podía creer que Dennis hubiera llegado tan lejos con Armando y menos después de que me dijera que me amaba. - ¡No!, no le permití llegar a nada conmigo ¡oíste?, ¡no se lo permití! ¡Por qué Te Amo a ti solo a ti! - ¿Cómo puedes decir que me amas si… si le permitiste… le permitiste?... ¿te toco? Me hizo esa última pregunta con un gesto que mezclaba incredulidad, asco y dolor, deseaba tanto mentirle, deseaba tanto gritarle que no, pero sabía que eso solo empeoraría las cosas ya me había confesado… ya no había marcha atrás. - Sí, le permití que me tocara, aún no comprendo porque lo toleré, estaba pensando en ti, te estaba deseando a ti, deseaba que fueras tu quien me tocara, no le permití seguir, no deje que me tocará más lo corrí de mi casa te lo juro – le dije sintiendo mi rostro arder de vergüenza – te lo ruego por fa…vor… perdóname… - la voz se me quebró fui in capaz de seguir un nudo enorme se me formo en la garganta impidiéndome incluso el respirar. - ¿Por qué lo hiciste? - me pregunto. - No… lo sé – respondí con la voz ahogada – no lo sé – ya no podía más, ya no soportaba más su mirada llena de asco y coraje me estaban acabando simplemente ya no podía más, camine lentamente hasta la puerta, tenia los ojos bañados en lagrimas y mi garganta seguía sin permitirme respirar bien, abrí la puerta y no miré hacia atrás, sabía que la había perdido por mi estupidez, sabía que de hora en adelante ella me odiaría sin tregua, me sentí basura, me sentí indigna siquiera de amarla. - Espera – me dijo; me quede de pie en el umbral de la puerta, no me atrevía a volver el rostro, solo podía ser consciente de mis lagrimas cayéndome por las mejillas quemándome la piel – Dennis – y mi nombre en sus labios me hizo llorar profusamente, caí de rodillas abrazándome a mi misma, incapaz de parar – Dennis – su dulce voz, estaba matándome, me abrazo por la espalda, sentí el calor manar de su cuerpo y cubrirme con dulzura – sé mía… - y sus palabras anegaron mi mente por completo y por un momento creí que me desmayaría. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Julián caminaba de un lado a otro de la sala, aun no podía quitarse de la cabeza que Gloria estaba embarazada, ¿cómo podía ser eso?, es que no podía ser cierto, Román siempre le dijo que lo último que él haría en la vida sería acostarse con una mujer, se dejo caer en su sillón y encendió el televisor y comenzó a cambiar canal por canal, una y otra vez haciéndolo cada vez más y más rápido, hasta que se levanto de golpe y arrojo con furia el control remoto contra la pared haciéndolo añicos. - ¡¡Maldita sea!! – grito - ¡Qué significa todo eso? – se llevo las manos a la cabeza jalándose el cabello en el acto – Tiene que haber una explicación lógica para todo esto. El timbre de la puerta le distrajo, camino lentamente hacia la puerta, aun no creía lo que sus propios ojos le habían mostrado, tenía que escucharlo de Gloria, tenía que oír de sus labios que Román era el padre de su hijo, tenía que escucharlo para poder verdaderamente creerlo, aun cuando su mente jugaba con él y se reía diciéndole que era más que obvia esa verdad. - Hola Amor – le saludo Alejandra pero él solo podía ver a Gloria que estaba junto a ella checando algo en su celular. - Hola – contesto mecánicamente – pasen – dijo haciéndose a un lado sin dejar de mirar a Gloria. - Tienes un bonito departamento Julián – dijo Gloria mientras miraba en derredor. - Si – contesto él mecánicamente, ¿cómo era posible que Román le hubiera mentido?, ¿era verdad que Gloria estaba embarazada? - Voy a preparar café – dijo Alejandra encaminándose a la cocina - ¿por qué no se sientan en la sala? Julián camino lentamente hacia la sala, Gloria ya se había sentado en el love-site y miraba distraídamente la televisión, el noticiero anunciaba el incremento en el precio de la gasolina y el disel, Julián se sentó en su sillón favorito y miró distraídamente el noticiero y a momentos a Gloria, algo extraño estaba sintiendo y no lo comprendía del todo, por un lado se sentía molesto pero por otro lado sentía una extraña sensación de júbilo como si entre sus manos tuviera la llave que lo liberaría de sus pesadas cadenas… sí, quizás y todo ello… fuera para su propio beneficio, sonrió de medio lado sin dejar de mirar a Gloria, un súbito pensamiento lo invadió “¿por qué no siento celos?” y con ello fijo la vista en las noticias mientras informaban de un accidente en un país bastante lejano. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Sus manos entrelazadas con las mías, sus labios unidos a los míos, nuestros besos torpes pero ansiosos, nuestras pieles despidiendo gotas de sudor entremezcladas con el calor de nuestros cuerpos, su cuerpo temblando y su piel erizándose con el toque de mis labios sobre su cuello, su abrazo sobre mi espalda aferrándose a mí con tanta fuerza, mil juegos, mil caricias, mi boca en sus pechos humedecidos con mi saliva, sus gemidos excitándome cada vez más, satisfaciendo mis sentidos, llevándome al borde de la locura, mi mano deslizándose a través de su cuerpo, depositándose en su húmeda entrepierna, mis dedos deslizándose por cada pliegue, rozando suavemente, tocando cada parte de ella con una curiosidad infinita, sus caderas moviéndose rítmicamente, sus ojos amielados mirándome suplicantes, expectantes, llenos de amor, sus manos enterrándose en mi rubia cabellera atrayéndome hacia ella, un beso suave, un beso torpe, un beso húmedo, un beso aferrado, un beso lleno de pasión descontrolada, donde intentaba llevarse mi alma, donde yo le entregue mi corazón, donde yo le demostré cuanto le amaba desde siempre, mi boca deslizándose por su cuello, por sus pechos, por su estomago y su vientre y mi boca toco su zona más sensible, un paraíso maravilloso, dulce, húmedo, tibio y en él me perdí y exploré un nuevo mundo, una nueva tierra, un mundo diferente, la sujete con fuerza de sus caderas y ella hundió sus manos entre mi cabellera aferrándome con fuerza atrayéndome más a ella y despertó ansiosamente en mi la necesidad de satisfacerla, quería que fuera enorme, grandioso, quería oírla en su máxima satisfacción y mis deseos fueron complacidos, sus gemidos se quedaron grabados en mi mente y sonreí para mis adentros al sentirla desfallecer, al sentir su cuerpo relajarse y escuchar su rápida respiración y descubrí cuanto placer se siente y se disfruta al ser capaz de provocar un orgasmo como ese. Me deje caer sobre su cuerpo y mis labios se unieron una vez más a los suyos y tras una mirada y una cómplice sonrisa comenzamos una vez más, había tiempo… todavía teníamos tiempo… y esta vez ella quiso llevar las riendas y yo ansiosa de su cuerpo le permití explorarme, le permití llevarme al borde de la locura y a mí me permití olvidarme de todo y centrarme solo en ella en Dennis. Estaba cayendo en una profunda obscuridad, en un enorme pecado, en las garras del dolor pero poco me importo porque era feliz, era feliz entre sus brazos, ya habría tiempo para resolver lo que tuviera que resolverse por lo pronto era Dennis a quien tenía sobre mi cuerpo, sí era Dennis…

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