Karla 2.3

1860 Words
- Bien es un buen comienzo, verás que eso te ayudará bastante en lo futuro. - Me retiro maestra porque aun no he comido. - Adelante, nos vemos mañana en clases - abrió su portafolios y saco unos fólderes. Al salir de su oficina empecé a razonar sus palabras, era verdad que desde siempre Dennis y yo habíamos estado juntas, solo ella y yo compartiéndolo todo pero ahora ella me abandonaba y me dejaba sola, me sentí traicionada, sin embargo no podía dejar de quererla, caminé hacia la cafetería faltaban escasos 15 minutos para el termino del receso, y mi siguiente clase era química, lo que me hizo recordar que tenía que comprar el libro, fui a la biblioteca no me llevo más de 5 minutos comprarlo, bien ya lo tenía ahora si comprendería mejor al maestro porque había veces que no captaba las ideas que decía, al salir de ahí fui a la cafetería, al entrar no me fijé y tropecé con otra chica la cual me tiró su café encima. - ¡Cielos, te quemaste? - me preguntó preocupada. - No, no, upss!, je, era mi mejor blusa - dije mientras revisaba la mancha. - Lo lamento no fue mi intención - dijo la joven mujer - por favor - dijo apenada - sentémonos en aquella mesa. Hice como ella me dijo, en su momento no me di cuenta pero era una mujer muy alta ¿cuánto mediría, casi 1.80?, al llegar a la mesa me invitó a sentarme y con ello olvidé lo que pensaba, cuando me hube sentado le miré por un momento, sin duda tenía mucho más edad que yo tal vez tenía unos veintitantos años, cosa que no me sorprendió pues el Tío tenía 24 años, el color de su cabello era oscuro como la misma noche le llegaba poco más abajo de sus hombros parecía una suave cascada, sus ojos eran grandes color azul, un azul tan profundo como el mar, su nariz delineada, su boca mediana de labios rojos, la tez canela de su rostro contrastaba con un ligero rubor que le cubría sus mejillas, sus manos perfectamente cuidadas y vestía muy formal, zapatos de planta baja negros, pantalón de vestir n***o y saco del mismo color, su blusa blanca lisa, dejo sobre la mesa un portafolios n***o y tomó varias servilletas las cuales estaban en una mesa adjunta y comenzó a tratar de limpiar la mancha de mi blusa, eso me pasaba por andar sin el suéter. - No es necesario que hagas eso - le dije mientras le sonreía - fue solo un accidente, no te preocupes, ya la lavaré. - En verdad no te molesta? - me preguntó ruborizada todavía. - Descuida, eso le sucede a cualquiera, además fui yo quien no se fijo - sonreí tranquilamente y por supuesto la pregunta de siempre surgió en mis labios - ¿cómo te llamas? - Karla y ¿tú? - me extendió la mano. - Laura, me da gusto conocerte Karla - le estreché la mano, ella me dio un firme pero suave apretón - y ¿qué estudias? Pregunté de lo más natural. - Nada. - ¿Cómo? - creo que puse cara de tonta pues ella se rió. - Sí, sucede que hace un año me titulé ¿sabes? - ¿Titulada? - pregunté curiosa. - Sí, así es - me respondió de lo más natural - soy licenciada en Biología - me sonrió. - ¡Oh!, eso quiere decir que tu, digo que usted, es, es... - Profesora, sí así es - me sonrió dejándome ver la blancura de sus dientes. - ¡Oh!, cielos disculpe usted - bajé la mirada apenada, era una profesora y yo le había hablado como si fuera una estudiante más. - ¿Usted?, y ¿disculpas? Pero ¿de qué? si fui yo quien te derramó el café sobre tu mejor blusa, además esta bien, puedes hablarme de tu, aún no eres mi alumna para que me trates de usted - se agachó un poco para verme la cara. - Emm, oomm, bueno, si, si en verdad no le molesta - levanté la mirada solo para ver una sincera y hermosa sonrisa - "pero que hermosa es" - pensé. - ¿Sucede algo? - me preguntó mirándome con curiosidad. - No, no nada - desvié la mirada dejándola vagar por los alrededores de la cafetería - ¿y que materia imparte? - pregunté sin mirarla. - Biología y Química - me respondió - ¿me permites un momento? - ¡Eh? - volví a mirarla ella solo sonrió mientras se levantaba - sí, si por supuesto - dije casi balbuceando. - Enseguida regreso - dijo alejándose de la mesa, me miré las manos en las que jugaba una servilleta la cual tenía ya casi rota. "Qué mujer más linda" ese fue el primer pensamiento que se me vino a la mente, bueno últimamente las chicas están llamando poderosamente mi atención, cosa que por un instante me descontroló, sin embargo no pude hundirme más en mi cavilación ya que Karla volvió y depositó frente de mí un sándwich y un refresco de cola. - Oye esto no es necesario. - Acéptalo por favor, es una manera de compensarte por tu blusa. - De acuerdo gracias... - me animé un poco y trate de sacar conversación - y ¿cómo es que no te vi el semestre pasado? Lo que sucede es que vine a sustituir a Reyes ¿lo conoces? - No, apenas este semestre empezamos con química llevamos apenas dos clases. - Bueno el profesor Reyes acaba de Jubilarse y es por eso que tuve la oportunidad de entrar a trabajar y también doy biología porque la profesora Inés se ha ido de incapacidad por lo de su embarazo ¿sabes? - Ya, entonces tal vez me des química el semestre que viene. Y como la profesora Inés me da clases pero dices que se ha ido de incapacidad ahora serás tu quien nos de biología ¿cierto? - Sí, es probable... ¿en qué grupo estas? - posó los codos sobre la mesa y recargó su barbilla en el dorso de sus manos. - En el K-L. - Ya veo, por lo visto biología si te daré - sonrió - la materia de Química te la imparte Fuentes ¿verdad? - Sí, así, es - le sonreí - ¡oh! - exclamé recordando mi clase de química - es verdad tengo clase y ya son - mire mi reloj - suspiré - más bien tenía clase de química. - Disculpa, no quería que perdieras esa clase, ¿quieres que te acompañe a tu salón? Le diré que estuviste conmigo y de esa forma te dejará entrar. - No, no sé si lo conozcas pero es muy puntual y no deja entrar a nadie a clase después de que él esta adentro y menos aún cuando esta dando la clase - volví a suspirar - en ese momento recordé - ¿No tienes alguna clase? - No, los Martes tengo dos horas libres ¿sabes? - por un momento me miró atentamente y después miró el libro que tenía yo a un lado sobre la mesa. - Ven - me dijo mientras se levantaba - toma tus cosas. Pobre chica todavía de que le tiro el café encima la dejé sin su clase de química, Laura tomó el refresco y lo metió en su mochila; es una jovencita agradable y muy bonita sin duda, su rubia cabellera le llega hasta casi la mitad de su espalda, en sus ojos verdes aún puedo ver la inocencia propia de la juventud, el sonrojo le cubre por completo sus mejillas debido a la blancura de su piel y ahora que le miró de pie frente a mí veo que le saco un buen tajo en cuanto a la altura. En una mano lleva el sándwich y en la otra su libro de química y en su espalda su mochila. - Anda sígueme - le dije. Salimos de la cafetería, pasamos por la explanada en la que todavía muchos chicos y chicas seguían caminando y platicando entre ellos, a pesar de ya haber comenzado de nuevo las clases, una gota de lluvia cayó en el dorso de mi mano. - Parece ser que lloverá - le comenté. - Sí, el cielo esta muy cargado de nubes negras - en el semblante de Laura se dibujó una leve sonrisa. - Por lo visto te gusta este tipo de clima. - Sí, el aire tiene un aroma a melancolía ¿no lo crees? - suspiro viéndome a los ojos. - Melancolía, ¿eh? - sonreí meneando la cabeza en forma negativa - pero si a tu edad... bueno para empezar ¿qué edad tienes? - le pregunté. - 16 años y... ¿usted? - ¿Usted? - le pregunté sonriente. - Bueno es que ahora ya sabes que seré tu alumna. - Haré un trato contigo solo tu podrás hablarme de tu ¿te parece bien? - le guiñé. - De acuerdo... - dijo un tanto apenada - ¿qué edad tienes? - 25 años - salimos de la explanada y nos dirigimos a los laboratorios. - 25 - dijo tras una pausa - que bien y ya estas titulada, espero estarlo igual cuando llegue a tu edad. - Si estudias lo suficiente lo estarás créeme - le contesté sin mirarla. Por fin llegamos a la entrada de uno de los laboratorios saqué mi llavero y tomé una llave, la metí en la gastada cerradura y dando un par de vueltas y jalando un poco hacia mi la puerta la abrí y le invité a pasar, prendí las luces, el laboratorio se iluminó por completo, las ocho mesas de madera pintadas de color n***o rayadas por los mismos alumnos y mostrando claros signos de quemaduras provenientes de algunos ácidos y de la flama de los mecheros se veían limpias, las llaves de agua en color azul y las de gas en color amarillo se hallaban perfectamente cerradas, el piso se veía recién barrido y los bancos acomodados perfectamente seis en cada mesa, las paredes blancas, los dos estantes del fondo del cuarto perfectamente cerrados, los vidrios de los mismos limpios permitiendo ver los frascos de diversos tamaños los cuales contenían diversos fetos de animales embebidos en formol para su conservación. Aún lado del pizarrón se hallaba una puerta blanca que tenía una saliente de al menos 20 centímetros justo a la mitad, esta puerta podía abrirse según la necesidad, solo la parte de arriba o bien la parte de abajo. Dejé mi portafolios sobre el escritorio, mientras Laura miraba todo a su alrededor como si fuera esa la primera vez que entraba en ese laboratorio. - Pues bien siéntate por favor - le dije mientras sacaba de mi portafolios un gis y el borrador. - Sí - me contestó sentándose en la tercera mesa. - Ya te imaginaras lo que haremos ¿no es así? - Me darás clase - dijo sonriente - mientras abría el libro en la primera página. - Así es... - le sonreí.
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