Segunda Parte1.3

1589 Words
- ¿Sabes algo Julián? – le cuestiono Alejandra – hay veces en verdad que me pregunto si es que somos novios. - ¿Por qué lo dices? – pregunto el chico dejando a un lado su libro de Química. - Desde que somos novios solo me has besado en cinco ocasiones y en tres de ellas estabas ya con un par de tragos encima – le reprocho la chica mientras terminaba de resolver una de las tantas ecuaciones que tenía en una hoja adjunta. - Sabes bien que no soy un chico que exprese de lleno sus sentimientos – le tomo el rostro de la barbilla de forma delicada – pero eso no significa – le miró a los ojos – que no te ame Ale. - Julián solo quiero que estés seguro de lo que sientes por mi, créeme – la chica le acaricio la mejilla – si tienes alguna duda puedes confiar en mi y decírmelo no me dañaras ni sufriré, además sería muy desconsiderado de tu parte si me haces creer que me amas y en realidad no es así – al chico esas últimas palabras le cayeron como un balde de agua fría, era verdad, estaba siendo muy desconsiderado con su novia puesto que ella había sufrido mucho con los chicos con los que anteriormente había estado y sabía que si la quería pero no la amaba y que nunca podría hacerlo. - Ale – Julián le miró de lleno a sus ojos, en ese momento estaba decidido a romperle quizás el corazón pero a dejarla libre para que hallara consuelo en otros brazos – yo.... - A ver wey vete por unos refrescos y Gloria quiere una hamburguesa y yo también, la más grande que veas me muero de hambre, yo invito así que ustedes pidan lo que quieran – dijo Román colocando un billete de $500 pesos sobre la mesa. - A ver Román hay un par de cosas que se llaman cortesía y respeto – dijo Alejandra enarcando una ceja. - Sí lo sé - dijo Román casi bufando – pero hay una más importante y se llama comer y ustedes no están ayudando mucho, no los interrumpiría pero llevan ya 2 horas tratando de resolver esos ejercicios y por no acabarlos no hemos podido ir a desayunar. - Esta bien – dijo Julián tratando de disipar la tensión – enseguida regreso. - Y bueno si eres tu el que tiene hambre ¿por qué no vas tu mismo? - Porque yo soy el que invita, por eso – se volvió a ver a Julián – ya ve que no tenemos toda la mañana. - Ya voy, ya voy – dijo mientras se levantaba. - ¿Por qué siempre haces lo que el te dice Julián?, si él tiene hambre que vaya el mismo. - Ya no te enojes Alejandra además me hará bien caminar un rato. - Pero ya estas de regreso Julián, no seas tan lento – le apremió el chico. - Eres insoportable cuando tienes hambre – Julián se encamino fuera de la biblioteca. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Durante el desayuno platicamos de todo un poco Karla tenía muchas anécdotas de sus años en la Universidad, cada vez la admiraba más, sobre todo al darme cuenta de que como fuera era un ser humano con temores y con retos a enfrentar. - ¿Puedes imaginarlo? – me pregunto Karla sonriente – ahí estaba yo toda nerviosa, tratando de decir todo de memoria pero ¡no pude! Así que de cuando en cuando miraba mis tarjetas para guiarme, no en serio créeme una de mis compañeras solo dijo “¿ya viste? está leyendo” y yo solo podía pensar ¿Por qué a mí?, ¿por qué yo?... ja,ja,ja,ja – la forma como se reía era maravillosa en verdad poseía un magnetismo maravilloso, podía observarla en todos y cada uno de sus movimientos, tranquilos, pausados, armoniosos, era en verdad una delicia verla platicar – ya después te imaginaras –continuo diciéndome – la cara que me pusieron todas las chicas de mi equipo – sonrió – pero se les quito el coraje cuando vieron que todo mundo estaba leyendo, ja,ja,ja,ja,ja, bueno, bueno como sea no estuvo del todo mal la calificación a fin de cuentas un nueve es un nueve ¿no lo crees así Laura? - Es cierto - sonreí llevándome a la boca el último trozo de un pastel delicioso que Karla pido para mi hecho a base de tres diferentes tipos de chocolate – sea como sea diste la cara por el equipo y te enfrentaste al miedo de estar frente a toda esa gente y sobre todo – solté una carcajada limpia – de estar frente ¿al que?... ¿Bull Dog? ¿en serio así le decían al profesor? - Ja,ja,ja,ja,ja,ja – soltó a reír – sí, así le decíamos pero es que – dijo entre risitas – es que en serio si le vieras la cara al buen hombre te juro que tenía el mismo tipo de aspecto, ja,ja,ja,ja,ja,ja – en verdad, en verdad, se veía tan hermosa, el limpio azul de esos ojos maravillosos se mostraba más brillante, más intenso, parecía una persona diferente a cuando daba las clases. - Vaya eso de los motes siempre es una cuestión bastante sufrible para los maestros y para los alumnos cuando se enteran de cómo los llamamos si lo sabré yo – afirme y me solté a reír. - ¿Quieres decir que tú le pusiste un mote a un profesor y se entero? – le miré intrigada ¿sería posible que Laura con ese rostro de ángel que tenía fuera capaz de ponerle un apodo a alguien? - Bueno si fui yo, pero en realidad fue por culpa de Dennis – sonreí enormemente al recordar el suceso que por cosa de nada me lleva a reprobar Inglés en el último año de mi secundaria. - ¿Dennis? – me pregunto y en su rostro puede advertir un dejo de extrañeza. - Sí – le respondí sonriente – el profe en cuestión tenía de vello en los brazos y en la espalada y en el pecho – hice un gesto de repulsa tan solo de acordarme – y una barba súper tupida tanto que solo se le veían ligeramente los pómulos y los ojos en la cara, aaaaahhh si lo recordaré, era el profesor de Inglés y ya sabrás – le dije haciendo aspavientos con las manos – era algo en verdad impresionante, rara vez se rasuraba pero digo cambiaba en mucho cuando lo hacía, sin embargo era descuidado y bueno – me encogí de hombros – tuvimos una junta a salón cerrado para ver que apodo le poníamos y ya sabrás, algunos que el orangután, otros que el chango, otros que el hombre lobo y de repente que dice Dennis hay que ponerle “la cosa”… y claro que todos nos soltamos a reír, porque ¿cómo que la cosa? – me solté a reír de buena gana tan solo de recordarlo – total que le dije, mira Dennis si un titulo le queda a este maestro es el del LOBO pero – me lleve las manos a la cabeza – estaba tan metida riéndome de su ocurrencia que no me di cuenta de que todo el mundo estaba callado, callado y Dennis me miraba con una cara de “cállate” que no supe interpretar entonces y yo le seguí, tiene el carácter de un lobo siempre solo, solo, solo, y luego su vello corporal que no le ayuda demasiado y luego… – le dije al tiempo que sentía las mejillas ruborizárseme y le miré a sus ojos azules -… cuando vi tan seria a Dennis y haciéndome guiños con los ojos y al no oír ningún ruido algo me dijo que tenía que arreglar lo poco que pudiera y fue entonces que empecé a decir y es que también tiene mucha personalidad y es muy fuerte… - Ja,ja,ja,ja,ja,ja – Karla se rió de golpe – pero que…. Ja,ja,ja,ja,ja,ja - Bueno la cosa es que me dijo “Suficiente Laura siéntate y cierra la boca si es que deseas tener la oportunidad de presentar este último examen”. ¡¡¡¡Diossss!!!! Toda la clase tuve el rostro completamente ¡¡rojooooo!!, lo peor fue el mote que me puso el maestro – me lleve las manos a la cara. - ¡Aaahhh! Así que hubo venganza – levante la mirada para toparme con ese rostro sonriente que tenía un claro gesto de intriga. - Pues… pues… - jugué con mis manos antes de contestarle. - Hummm debió ser fuerte para que te pongas tan roja como un jitomate – dijo sonriéndome. - Noooo le dije no me digas así – sentí que la cara se me puso aún más roja si es que eso podía ser posible – Karla me miró con un gesto de extrañeza que al paso de los segundos se torno en un claro gesto de comprensión – así que… jitomate ¿eh? - Noooo, tampoco tan feo… - suspiré hondamente – me llamaba… me llamaba – baje la voz y ella se inclino hacia mi – jito…jitomatito… - Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja – se soltó a reír con ganas dejándome por completo avergonzada – per.. per… ja,ja,ja,ja,ja,ja, perdo… perdóname Laura – me dijo, mientras yo me cruzaba de brazos mirando hacia la ventana – es que… es que… ja,ja,ja,ja,ja,ja - No le veo la gracia – musite. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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