Segunda Parte 1.1

1440 Words
- Creo que -dije mientras Laura tomaba la taza entre sus manos y observaba el líquido - el día de hoy no estudiaremos. - ¿Cómo? - me miró interrogante tras decirle eso. - No es que no quiera que estudiemos, pero en todo este tiempo, lo único que has hecho es estudiar y estudiar - me levanté de la silla y me encaminé hacia el ventanal que daba hacia la calle - creo que necesitas un descanso, tal vez unos días sin mí, ni trabajos extras, ni exámenes de prueba... solo tu - dije suspirando sin desearlo. - Pero... pero - me replicó - no hay problema por el estudio... a mí me gusta y además el examen esta pronto a efectuarse y es mejor seguir adelante. - Laura - dije sin mirarla - ¿es que no lo comprendes?, imagino que has llorado por el estrés que te genera el estar estudiando diariamente... ni siquiera - dije con molestia hacia mí misma - sé si te diviertes de alguna forma o si tienes alguna manera de distraerte, creo que lo mejor es que descanses por lo menos una semana. - "¡Una semana!.... ¡una semana sin Karla!" - pensé inmediatamente, no podría soportarlo, en verdad que no, tragué saliva al escucharla decir eso tan seriamente - bueno tengo... tengo mi manera de divertirme ¿sabes?... - dije tratando de suavizar todo ese asunto. - ¿En serio? - se volvió para mirarme con una interrogante surcando su rostro. - Sí - dije sintiendo el rubor cubrir de nueva cuenta mi rostro - te parecerá una tontería - dije mirando la humeante taza de café - pero mi escape a la tranquilidad es la serie de la cual... te comente aquella vez - le miré tímidamente a los ojos y vi en ella un claro signo de interrogación el cual al paso de los segundo terminó por disiparse. - ¿Hablas de la serie que leías en aquellas hojas? - me preguntó girándose para quedar de frente a mi. - Sí - le dije ocultando la mirada de ella. - Me pregunto ¿qué es lo que tiene esa serie que tanto te llama la atención? Escuché claramente sus pasos acercándose a mi, tranquilos y en ritmo, tragué un poco de saliva al momento en el que ella se plantó frente de mi y posó sus manos sobre mis hombros. - ¿Y realmente te distraes? - su voz firme y dulce me envolvió de nueva cuenta. - Tam... bién... me gusta caminar por el parque ¿sabes? - sonreí un poco torpe, pero sin mirarle a los ojos. - "¿Será correcto? me pregunté, caminar por el parque... hacia tanto tiempo que no lo hacía, miré durante algunos segundos el reloj de la sala, me dejé llevar por el caminar del segundero... sabía bien que había tiempo... pero lo que me cruzaba por la mente era en realidad una idea bastante estúpida." No podía creerlo, estaba dentro del vehículo de mi maestra justo a su lado, recién recapitule el como llegue hasta ahí. - Entonces Laura ¿te parece bien si caminamos un rato por el parque antes de entrar a clases? - Eeeh! – le miré sin embargo pude ver como su hermoso perfil miraba de lleno el reloj que colgaba de la pared. - Solo fue una sugerencia – dijo como deseando disculparse de lo dicho. - Yo, yo creo que es maravilloso – dije con demasiado entusiasmo. - ¿Estas segura? – se volvió a verme. - Sí, sí estoy segura – sonreí - Bien entonces vayamos – me sonrió – Bueno – dijo haciéndome concentrarme en el presente – abróchate el cinturón de seguridad ¿de acuerdo?. - Sí Se coloco una gafas de sol que le sentaban de maravilla y condujo sin mucha prisa, aunque trataba de concentrarme al frente, no podía evitar de vez en cuando mirarle de reojo, y es que estaba tan hermosa, antes de salir me dio las llaves del auto y me dijo que le esperara dentro en lo que se cambiaba de ropa, cuando la vi salir no podía creerlo estaba preciosa, llevaba un pantalón de mezclilla, una blusa ajustada en color n***o y una chamarra de piel negra que le llegaba justo a la cintura. Se veía tan hermosa que no podía evitar mirarla de cuando en cuando tratando de que no se diera cuenta. - ¿Cuándo fue la última vez que caminaste por el parque Laura? – me pregunto sin dejar de ver el camino. - Bueno ya tiene tiempo que no voy, creo que al inicio de este semestre fue la última vez que fui con Dennis. - Dennis – repitió Karla y no estoy segura pero creí escuchar en su voz un dejo de molestia. - Sí – dije aprovechando para mirarla – ella y yo nos conocemos desde que éramos niñas. - Pero si aún lo son – se soltó a reír por lo bajo – a veces hablas de ti misma como si fueras una mujer ya de años. - No soy una niña – dije cruzándome de brazos y hundiéndome en el asiento. - Ja,ja,ja,ja,ja – aún cuando se reía de mi, no podía evitar pensar que su risa era linda – pero claro que eres una niña Laura, solo tienes 16 años, ¿qué tanto habrás podido haber vivido en este tiempo? - Muchas… cosas… - dije con intensa tristeza al recordar la falta de mi padre. - Laura – la voz de Karla tomo un tono distinto – disculpa ¿dije algo que te molestará? - No… esta bien ¿cómo podrías saber?. - Lo lamento… a veces – dijo quitándose las gafas y disminuyendo la velocidad a medida que el trafico se asentaba - … hablo demasiado y no mido mis palabras, lo lamento – me miro por un momento y pude ver en sus ojos una completa sinceridad. - Esta bien – intente sonreír – no nos amarguemos el rato por ese hecho, estar aquí contigo me hace feliz. - Lau…ra – dijo mirándome fijamente tanto que tuve que desviar la vista sino creo que hubiera terminado por descubrir mi amor por ella. - Hay… hay mucho tráfico ¿verdad? – dije mirando al frente. - Sí – me contesto mientras se colocaba de nuevo las gafas de sol. - “¿Esta feliz de estar conmigo?, eso… ¿Qué significa?” –pensé mirándola de reojo a través de mis gafas – “significará que yo le… pero… no… no puede… ¿o será?... ¡Dios! Siento que me voy a volver loca”. – y… ¿puedo saber porque te hace feliz el estar conmigo? – necesitaba en verdad saberlo. - Es… bueno – dijo titubeante – pues porque es verdad creo que era demasiado estudio y el pensar en tomar aire fresco creo que me sentará bien. - Aah – me limite a responder – “¿entonces eso que tiene que ver con mi pregunta?, no me la has respondido” – pensé y tuve el firme deseo de volver a preguntarle pero desistí de hacerlo pues no quería que me notará demasiado interesada en el asunto. - “¡Por dios! ¡que tontería eh dicho! ¿qué..?... ¿qué va a pensar de mi?” – me recrimine – “como se me ocurre decirle que estar con ella me hace feliz… ¿y si después de esto decide dejar de asesorarme? ¿Y si piensa que soy una rara…?” - Laura – su voz me saco de mi sermoneo – no te pregunte esto pero ¿ya has desayunado? - Ooh… pues yo…. – no fue necesario que le respondiera mi nada apacible estómago lo dijo todo con un buen ruido. - Bien ya esta decidido antes de ir a recorrer el parque pasaremos a desayunar. - No, no, no, yo… no puedo aceptar… eso sería demasiado. - No seas tímida Laura – sonrió – no tienes porque apenarte para mi será un placer invitarte el desayuno. - “¿Un placer?, ¿para ella será un placer invitarme a desayunar?” – creo que puse cara de tonta porque ella se rió. - ¿Estas bien Laura? – me miro – ¿sabes? Cada vez que te pones a pensar haces unas caras muy simpáticas, ja,ja,ja,ja,ja,ja – río de buena gana y eso me hizo sentir a gusto. - Eemmmhh, je… su… supongo – dije mientras volvía la vista al frente y a lo lejos miraba ya el verdor del parque. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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