—¿Estás segura que deseas volver? Preguntó James desde el asiento del piloto, esa mañana había decidido llevar a Ámbar, a pesar de las insistencias de ella de que estaba en perfectas condiciones. A mala gana ella aceptó, advirtiendo también que no debía de olvidar de recoger a Peter. El adolescente miraba la plática que tenía ambos desde los asientos de atrás. Apoyaba a James en cuanto a no debería volver al instituto, no quería que algo malo le pasara a ella, pero no lo diría en voz alta por miedo a que lo miraran raro. —Ya te dije como unas quinientas veces que sí, James —suspiró cansada— ¿Por qué tanta la insistencia? —No quiero que algo te vuelva a pasar —se acomodó en su asiento y miró a todos los estudiantes que se paseaban por la entrada —No me va a pasar nada, más bien a quien