—Loki... La reina Frigga quien había aparecido en medio de la sala, caminó feliz hasta su hijo para luego darle un abrazo. El dios del engaño abrazó con delicadeza a su madre, temiendo hacerle algún daño. Una vez que se separaron, la reina miró a su alrededor para después volver su vista a su hijo. —¿Cómo has estado? —Pude haber estado mejor —se encogió de hombros. —Hijo... —le reprochó la reina. —Lo siento —se disculpó con un poco de dificultad el dios —Y dime hijo, ¿Cómo llegaste aquí? —Es una historia un poco larga, pero resumiendo, una joven me dio alojamiento temporalmente —¿No la has hechizado? —la reina achicó sus ojos intentando ver si su hijo había hecho alguna travesura. —No era necesario, al parecer la chica ya sabía de mi llegada —su madre la miró seria— Yo aparecí en